3/03/2020, 16:30
Hacía un largo tiempo que Eri no era convocada en el edificio del Uzukage, es más; diversas tareas le habían sido encomendadas —la más reciente era tomar a Himura Hana como pupila—, pero todas habían llegado a su puerta sin instrucciones de acudir al gran edificio que se alzaba frente a ella. Tomo aire, presa de algunos nervios que la acompañaban aquel suave día de primavera, y sin más dilación, se aventuró a cruzar el puente que separaba la villa del gran edificio.
Al final, encontraría a Kyoko.
—Buenos días, Kyoko-san —pese a que solo se llevaban unos años y Eri había sido ascendida a jounin mientras que la joven Hyuga seguía perteneciendo al rango chuunin, la trataba con el mismo respecto que cuando solicitaba misiones sencillas en sus tiempos de genin.
Al final, encontraría a Kyoko.
—Buenos días, Kyoko-san —pese a que solo se llevaban unos años y Eri había sido ascendida a jounin mientras que la joven Hyuga seguía perteneciendo al rango chuunin, la trataba con el mismo respecto que cuando solicitaba misiones sencillas en sus tiempos de genin.