4/03/2020, 23:30
Ren miró aquel oso como si la hubiese insultado gravemente, Hana se rió por lo bajo, incluso cuando se enfadaba era adorable. Sin embargo, no dudó ni un momento en pasarle a la rubia su bolsa de dulces y lanzarse a la prueba de fuego que era lanzar tres shurikens a una diana, siendo ambos elementos de mentira, casi para niños.
Hana miró esperanzada a su pseudohermana mientras esta examinaba las armas arrojadizas para trazar un plan para dar en la diana y conseguirle su adorado peluche.
Pero hubo algo más. Algo se removió en su interior, cada vez que Ren la defendía o hacía algo con la única intención de hacerla feliz, ese algo daba un bote y dejaba a Hana desubicada unos segundos. No sabía qué era ni por qué pasaba, pero no podía evitar sonreír al mirar en la dirección de la morena, que ahora, cual princesa azul, se alzaba para defender su honor en un rito de conquista de pandas.
Aquel día, por aciago que hubiese parecido en un principio, estaba siendo uno de los mejores en la vida de la rubia. Hacía tiempo que no se sentía tan querida y dudaba que estuviese portándose tan bien como debería con Ren, que no paraba de darle todo lo que pedía y más. Tal vez tendría que hacerle un regalo, ¿para su cumpleaños? ¡Ni sabía cuando era su cumpleaños!
Hana miró esperanzada a su pseudohermana mientras esta examinaba las armas arrojadizas para trazar un plan para dar en la diana y conseguirle su adorado peluche.
Pero hubo algo más. Algo se removió en su interior, cada vez que Ren la defendía o hacía algo con la única intención de hacerla feliz, ese algo daba un bote y dejaba a Hana desubicada unos segundos. No sabía qué era ni por qué pasaba, pero no podía evitar sonreír al mirar en la dirección de la morena, que ahora, cual princesa azul, se alzaba para defender su honor en un rito de conquista de pandas.
Aquel día, por aciago que hubiese parecido en un principio, estaba siendo uno de los mejores en la vida de la rubia. Hacía tiempo que no se sentía tan querida y dudaba que estuviese portándose tan bien como debería con Ren, que no paraba de darle todo lo que pedía y más. Tal vez tendría que hacerle un regalo, ¿para su cumpleaños? ¡Ni sabía cuando era su cumpleaños!