5/03/2020, 00:10
(Última modificación: 5/03/2020, 00:11 por Himura Ren.)
Comenzó a mirar el llavero detenidamente, no es que fuera nada del otro mundo, pero se veía mejor de lo que esperaba. Incluso el mango estaba entrelazado con tela negra, podría estar mal pintad y ya, pero no fue así. Derrepente, las bolsas le cayeron contra el pecho, recogiéndolas con torpemente con la suerte de que al final ni estas, ni su contenido, llegaron a caer al suelo, mientras una decidida Hana se puso por delante de ella.
— Dejeme probar a mí. — dijo para tras dejar algunas monedas sobre la madera, y cogiendo sus "armas".
— ¡Claro, adelante! — aceptó el dinero y se apartó con felicidad.
«¿Y donde lo pongo? ¿Quedaría bien colgado del extremo del mango de una espada?» pensó mirando hacia su cintura, intentando hacerse a la aquella tonta idea.
— Dejeme probar a mí. — dijo para tras dejar algunas monedas sobre la madera, y cogiendo sus "armas".
— ¡Claro, adelante! — aceptó el dinero y se apartó con felicidad.
«¿Y donde lo pongo? ¿Quedaría bien colgado del extremo del mango de una espada?» pensó mirando hacia su cintura, intentando hacerse a la aquella tonta idea.