5/03/2020, 12:17
— Pues con 70 te toca uno de estos peluches
Sentenció aquel demonio en forma de señor con un puesto de tiro a la diana. Hana se quedó ahí plantada unos segundos, mirando los peluches que le señalaba, todos ellos del mismo tamaño, minusculo. Cogió el mismo panda que el grande, pero en diminuto, en infimo. Se acercó a Ren con el panda bajo el brazo, la mirada brillante y las manos apretadas en puños.
— ¿Volvemos? — preguntó sin mirar a Ren directamente.
Estaba en la delgada linea entre la decepción y el enfado. Se negaba a ponerse a llorar, y aún menos delante de la morena, no, tenía que madurar. Ser responsable, si no se podía pues no se podía, seguramente más adelante acabase en rabieta, pero ahora debía aparentar normalidad. Sin mucho exito.
Sentenció aquel demonio en forma de señor con un puesto de tiro a la diana. Hana se quedó ahí plantada unos segundos, mirando los peluches que le señalaba, todos ellos del mismo tamaño, minusculo. Cogió el mismo panda que el grande, pero en diminuto, en infimo. Se acercó a Ren con el panda bajo el brazo, la mirada brillante y las manos apretadas en puños.
— ¿Volvemos? — preguntó sin mirar a Ren directamente.
Estaba en la delgada linea entre la decepción y el enfado. Se negaba a ponerse a llorar, y aún menos delante de la morena, no, tenía que madurar. Ser responsable, si no se podía pues no se podía, seguramente más adelante acabase en rabieta, pero ahora debía aparentar normalidad. Sin mucho exito.