9/03/2020, 00:39
Si bien Juro estaba más curado en espanto que las mujeres que tenía al lado, nada le había prevenido sobre lo que estaba a punto de ocurrir a continuación. Observó el cambio de Datsue.
Escuchó aquella voz, aquella expresión, aquellos ojos, aquella... posesión.
Juro sintió un profundo escalofrío. No. Nunca se acostumbraría a escuchar a un bijuu hablar en el cuerpo de un humano.
« ¡Mierda, mierda, mierda! » — ¿El bijuu había estado libre todo el tiempo? ¿Se había escapado en ese mismo momento? Entonces podrían darse por muertos. Los pulverizaría a todos. Él solo no iba a poder pararle.
Mientras preparaba un plan de acción, todo se terminó. Tan repentino como había surgido. Datsue cayó y de repente, su mirada y su cuerpo parecían haber vuelto. Juro vio entonces la estupefacción en sus ojos: ni si quiera él mismo había esperado lo que había estado a punto de pasar. Le vio ejecutar una técnica...
... y el cabrón ya no estaba. Les había dejado tirados.
Juro observó a las chicas, gritando, aterradas, y escapando del lugar tan rápido como podían. Con un suspiro, agarró a su alumno y dos juntos escaparon del local. No se preocupó por Datsue, puesto que no había tenido ningún problema en largarse. Nada más salir por la puerta, condujo a Kazuma al lugar más recondito que pudieran encontrar, atravesando varias callejuelas en el proceso.
Solo cuando se sintió a salvo, paró.
— No creo que nos persigan, pero siempre es mejor prevenir que curar — suspiró Juro. Se sentía muy cansado de pronto —. En fin. Ya pasó. Esperó que Datsue, esté donde esté, haya controlado a...bueno, su pequeño conflicto interior..
» Kazuma-kun, ¿Qué sabes de los bijuu?
¿De verdad era el mejor momento para hablarle de eso a su alumno? Pues no, la verdad, pero Datsue parecía haberse propuesto el acelerar todas las cosas que pudiera y más en su programa didáctico. Al menos, le había dado una excusa: nunca había sabido como afrontar algo cómo explicarle que su maestro tiene a una bestia legendaria en su interior.
Otra vez, esperó que, pasara lo que pasara con el Shukaku y Datsue, la criatura siguiera de su parte. No había mostrado ninguna conducta agresiva. Simplemente, se había ofendido un poco. Esperó que el chico lo hubiera apaciguado.
« ¿Lo ha llamado... "hijo"? » — La relación entre el bijuu y el Uchiha parecía ser más profunda de lo que él hubiera imaginado.
Escuchó aquella voz, aquella expresión, aquellos ojos, aquella... posesión.
Juro sintió un profundo escalofrío. No. Nunca se acostumbraría a escuchar a un bijuu hablar en el cuerpo de un humano.
« ¡Mierda, mierda, mierda! » — ¿El bijuu había estado libre todo el tiempo? ¿Se había escapado en ese mismo momento? Entonces podrían darse por muertos. Los pulverizaría a todos. Él solo no iba a poder pararle.
Mientras preparaba un plan de acción, todo se terminó. Tan repentino como había surgido. Datsue cayó y de repente, su mirada y su cuerpo parecían haber vuelto. Juro vio entonces la estupefacción en sus ojos: ni si quiera él mismo había esperado lo que había estado a punto de pasar. Le vio ejecutar una técnica...
... y el cabrón ya no estaba. Les había dejado tirados.
Juro observó a las chicas, gritando, aterradas, y escapando del lugar tan rápido como podían. Con un suspiro, agarró a su alumno y dos juntos escaparon del local. No se preocupó por Datsue, puesto que no había tenido ningún problema en largarse. Nada más salir por la puerta, condujo a Kazuma al lugar más recondito que pudieran encontrar, atravesando varias callejuelas en el proceso.
Solo cuando se sintió a salvo, paró.
— No creo que nos persigan, pero siempre es mejor prevenir que curar — suspiró Juro. Se sentía muy cansado de pronto —. En fin. Ya pasó. Esperó que Datsue, esté donde esté, haya controlado a...bueno, su pequeño conflicto interior..
» Kazuma-kun, ¿Qué sabes de los bijuu?
¿De verdad era el mejor momento para hablarle de eso a su alumno? Pues no, la verdad, pero Datsue parecía haberse propuesto el acelerar todas las cosas que pudiera y más en su programa didáctico. Al menos, le había dado una excusa: nunca había sabido como afrontar algo cómo explicarle que su maestro tiene a una bestia legendaria en su interior.
Otra vez, esperó que, pasara lo que pasara con el Shukaku y Datsue, la criatura siguiera de su parte. No había mostrado ninguna conducta agresiva. Simplemente, se había ofendido un poco. Esperó que el chico lo hubiera apaciguado.
« ¿Lo ha llamado... "hijo"? » — La relación entre el bijuu y el Uchiha parecía ser más profunda de lo que él hubiera imaginado.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60