9/03/2020, 22:47
Confundida por no saber si lo que realmente la hizo avergonzarse fue el hecho de que la sostuviera con ambas manos, o lo de "Ren-chan peludita" suspiró finalmente de alivio.
— Bueno, tienes el otro oso que has conseguido. Y también el llavero — se reincorporó, apoyando una mano sobre su propia rodilla, para sentarse a su lado. — Pero has sido muy fuerte; seguro que te costó muchísimo aguantar aunque fuera tan poco tiempo. — dijo sin perder la mirada sobre los ojos todavía húmedos de Hana, para luego mirar hacia el techo, como si se hubiera abierto por la mitad y la iluminación divina le hubiera alcanzado.
— Hey, ya sé. Si quieres, podríamos intercambiar una camisa. Es una idea tonta, pero no sé. Así cuando te la pongas siempre recordaras que tienes a tu hermana a tu lado — añadió finalmente con una risa, algo avergonzada.
Ren pensaba que no se le daba bien ser empática, aquella amabilidad era algo natural en ella pero lo hacía siempre de manera inconsciente. Y si además tenia que encima pensar un regalo, tenía suerte de no acabar comprándose ella algo por accidente. En cualquier caso aquella tonta idea, sonaba demasiado bien en su cabeza, como si acabara de descubrir el fuego o la rueda.
— Bueno, tienes el otro oso que has conseguido. Y también el llavero — se reincorporó, apoyando una mano sobre su propia rodilla, para sentarse a su lado. — Pero has sido muy fuerte; seguro que te costó muchísimo aguantar aunque fuera tan poco tiempo. — dijo sin perder la mirada sobre los ojos todavía húmedos de Hana, para luego mirar hacia el techo, como si se hubiera abierto por la mitad y la iluminación divina le hubiera alcanzado.
— Hey, ya sé. Si quieres, podríamos intercambiar una camisa. Es una idea tonta, pero no sé. Así cuando te la pongas siempre recordaras que tienes a tu hermana a tu lado — añadió finalmente con una risa, algo avergonzada.
Ren pensaba que no se le daba bien ser empática, aquella amabilidad era algo natural en ella pero lo hacía siempre de manera inconsciente. Y si además tenia que encima pensar un regalo, tenía suerte de no acabar comprándose ella algo por accidente. En cualquier caso aquella tonta idea, sonaba demasiado bien en su cabeza, como si acabara de descubrir el fuego o la rueda.