9/03/2020, 22:53
(Última modificación: 9/03/2020, 22:54 por Himura Hana.)
— Bueno, tienes el otro oso que has conseguido. Y también el llavero. Pero has sido muy fuerte; seguro que te costó muchísimo aguantar aunque fuera tan poco tiempo.
Se le hacía raro que la alagasen, y encima por algo así, así que asintió pero no dijo nada al respecto.
— El panda enano este no es digno de ser Ren-chan peludita, miralo, si no es ni medio brazo tuyo. — señaló el peluche, que había acabado en el suelo bocabajo cuando Hana se había movido a la cama, por suerte, el suelo estaba impoluto, así que no se ensuciaría.
— Hey, ya sé. Si quieres, podríamos intercambiar una camisa. Es una idea tonta, pero no sé. Así cuando te la pongas siempre recordaras que tienes a tu hermana a tu lado
La sonrisa de Hana se ensanchó al oír las palabras de su hermana, en sus ojos apareció un destello de emoción, pronto se olvidó del barreño, soltandolo y girandose a donde la morena tenía sus cosas.
— Pero tiene que ser tu camisa favorita, sino no vale. — contestó tajante para echarse atrás casi inmediatamente. — Si-si quieres, claro. — la miró poniéndole ojitos tristes para intentar convencerla.
Se le hacía raro que la alagasen, y encima por algo así, así que asintió pero no dijo nada al respecto.
— El panda enano este no es digno de ser Ren-chan peludita, miralo, si no es ni medio brazo tuyo. — señaló el peluche, que había acabado en el suelo bocabajo cuando Hana se había movido a la cama, por suerte, el suelo estaba impoluto, así que no se ensuciaría.
— Hey, ya sé. Si quieres, podríamos intercambiar una camisa. Es una idea tonta, pero no sé. Así cuando te la pongas siempre recordaras que tienes a tu hermana a tu lado
La sonrisa de Hana se ensanchó al oír las palabras de su hermana, en sus ojos apareció un destello de emoción, pronto se olvidó del barreño, soltandolo y girandose a donde la morena tenía sus cosas.
— Pero tiene que ser tu camisa favorita, sino no vale. — contestó tajante para echarse atrás casi inmediatamente. — Si-si quieres, claro. — la miró poniéndole ojitos tristes para intentar convencerla.