10/03/2020, 13:03
Agradeciendo en su interior tanto a su cuerpo como a su alma que por fin iba a poder descansar, se acomodó entre la pared y Hana.
— Espero que no te importé; siempre duermo pegada a la pared porque tengo la ventana al lado, y el sonido de la lluvia contra el cristal en Amegakure para muchos es realmente tranquilizador — dijo mirando a la pared, aunque bajo esta no tuviera ventana; la cama no era excesivamente ancha pero tampoco se incomodaban la una a la otra. Volvió a mirar a Hana, ahora con la cabeza sobre la almohada dirigiéndome una sincera sonrisa.
— Menudo día de locos— dijo tras una pausa. — ¿Ya no te duele el tobillo? Uuuh, que rápido te cura— añadió con un sarcástico tono en la voz.
— Espero que no te importé; siempre duermo pegada a la pared porque tengo la ventana al lado, y el sonido de la lluvia contra el cristal en Amegakure para muchos es realmente tranquilizador — dijo mirando a la pared, aunque bajo esta no tuviera ventana; la cama no era excesivamente ancha pero tampoco se incomodaban la una a la otra. Volvió a mirar a Hana, ahora con la cabeza sobre la almohada dirigiéndome una sincera sonrisa.
— Menudo día de locos— dijo tras una pausa. — ¿Ya no te duele el tobillo? Uuuh, que rápido te cura— añadió con un sarcástico tono en la voz.