10/03/2020, 14:31
Keisuke asintió al principio, como representando una obra ensayada muchas veces, hasta que Kisame llegó a la parte en la que le revelaba que sabía que había estado pidiendo a Sakura hacerle las sustituciones. El muchacho del servicio apretó los puños y su boca se frunció en una mueca de profunda frustración, pues sabía que la cocinera le había delatado. No contestó inmediatamente, sino que se incorporó en la silla y colocó sus manos entrelazadas frente a él; parecía una barrera invisible entre él y los ninjas. Estaba por ver si sería efectiva.
—Sakura es una bocazas... —masculló—. Sí, algunas veces le pido que me sustituya, ¡pero es por una buena razón! —se excusó—. Mi madre trabaja en el Distrito Comercial y sale un poco antes de la medianoche, esas no son horas para que una madre vuelva sola a casa por las calles, que allí hay mucho borracho de fiesta. Así que la acompaño del trabajo a casa, y luego vengo... ¿Contentos?
Ni Karamaru ni Kisame eran especialmente perceptivos, pero desde el primer momento el carisma de Keisuke no era suficiente para que se tragaran semejante mentira. La cuestión era: ¿iban a intentar que confesara por las buenas... o por las malas?
—Sakura es una bocazas... —masculló—. Sí, algunas veces le pido que me sustituya, ¡pero es por una buena razón! —se excusó—. Mi madre trabaja en el Distrito Comercial y sale un poco antes de la medianoche, esas no son horas para que una madre vuelva sola a casa por las calles, que allí hay mucho borracho de fiesta. Así que la acompaño del trabajo a casa, y luego vengo... ¿Contentos?
Ni Karamaru ni Kisame eran especialmente perceptivos, pero desde el primer momento el carisma de Keisuke no era suficiente para que se tragaran semejante mentira. La cuestión era: ¿iban a intentar que confesara por las buenas... o por las malas?