10/03/2020, 22:45
(Última modificación: 11/03/2020, 00:23 por Aotsuki Ayame. Editado 1 vez en total.)
Pero su padre debió de escuchar el estruendo del agua tras su espalda, porque en el último momento se hizo a un lado para esquivar el proyectil en forma de delfín lanzado por Ayame.
«Ni siquiera atacándole por sorpresa ha funcionado...» Ayame chasqueó la lengua, molesta, mientras apoyaba su mano cargada de chakra en el agua para tomar impulso e incorporarse sobre su superficie, tambaleante. «¿Qué puedo hacer entonces?» Meditaba, mientras caminaba de forma lenta y lateral a la posición de Aotsuki Zetsuo, rondándole a unos cinco metros de distancia.
Y por si fuera poco, el veneno seguía royéndola por dentro, debilitándola cada vez más. El reloj de arena se había dado la vuelta contra ella, y sólo era cuestión de tiempo que terminara asfixiada.
«Ni siquiera atacándole por sorpresa ha funcionado...» Ayame chasqueó la lengua, molesta, mientras apoyaba su mano cargada de chakra en el agua para tomar impulso e incorporarse sobre su superficie, tambaleante. «¿Qué puedo hacer entonces?» Meditaba, mientras caminaba de forma lenta y lateral a la posición de Aotsuki Zetsuo, rondándole a unos cinco metros de distancia.
Y por si fuera poco, el veneno seguía royéndola por dentro, debilitándola cada vez más. El reloj de arena se había dado la vuelta contra ella, y sólo era cuestión de tiempo que terminara asfixiada.