11/03/2020, 20:31
—Bueno, cantemos una canción juntos. ¿Lo ves bien, Hana?
Eri no parecía muy convencida, sin embargo acabó cediendo para deleite del chico rubio que ensanchó la sonrisa.
— Muchas gracias, Eri-senpai, luego os invitamos a unos bollitos en compensación. Vamos, Hana-chan. — agarró a la genin de la mano y la arrastró al escenario, aunque la rubia se movió dubitativa mirando de reojo a la pelirroja, tampoco se resistió demasiado.
Ichiro solo miró como los dos rubios se dirigían a la tarima que simulaba un escenario de una forma más bien cutre pero efectiva. Suspiró y se giró a Eri.
— Siento lo de mi hermano, es un poco... impulsivo. Si no quieres cantar no hace falta que lo hagas.
Se llevó una mano a nuca y siguió a la pareja de rubios que ya estaban cotorreándose el uno al otro.
— Entonces, tú empiezas aquí y yo ahí y cuando acabemos hacemos como así y quedamos como los más elegantes. — le explicaba Jiro a Hana mientras le señalaba el escenario y después le cogía la mano al mismo tiempo que estiraba para atraerla y acabar abrazandola. — ¿Qué te parece?
— Hombre, no, la canción va de las mujeres, así que debería ser yo la que te estirase y tú el que cayese rendido en mis brazos. — se defendió ella deshaciendose del abrazo e imitando lo mismo que había hecho el rubio, quedando él ahora entre los brazos de Hana.
— Nada que objetar. — concluyó el rubio dedicándole una sonrisa a la genin.
Eri no parecía muy convencida, sin embargo acabó cediendo para deleite del chico rubio que ensanchó la sonrisa.
— Muchas gracias, Eri-senpai, luego os invitamos a unos bollitos en compensación. Vamos, Hana-chan. — agarró a la genin de la mano y la arrastró al escenario, aunque la rubia se movió dubitativa mirando de reojo a la pelirroja, tampoco se resistió demasiado.
Ichiro solo miró como los dos rubios se dirigían a la tarima que simulaba un escenario de una forma más bien cutre pero efectiva. Suspiró y se giró a Eri.
— Siento lo de mi hermano, es un poco... impulsivo. Si no quieres cantar no hace falta que lo hagas.
Se llevó una mano a nuca y siguió a la pareja de rubios que ya estaban cotorreándose el uno al otro.
— Entonces, tú empiezas aquí y yo ahí y cuando acabemos hacemos como así y quedamos como los más elegantes. — le explicaba Jiro a Hana mientras le señalaba el escenario y después le cogía la mano al mismo tiempo que estiraba para atraerla y acabar abrazandola. — ¿Qué te parece?
— Hombre, no, la canción va de las mujeres, así que debería ser yo la que te estirase y tú el que cayese rendido en mis brazos. — se defendió ella deshaciendose del abrazo e imitando lo mismo que había hecho el rubio, quedando él ahora entre los brazos de Hana.
— Nada que objetar. — concluyó el rubio dedicándole una sonrisa a la genin.