12/03/2020, 23:58
(Última modificación: 12/03/2020, 23:59 por Inuzuka Etsu.)
Para bien o para mal, los tipejos que le venían siguiendo no se amedrentaron. Bueno, al menos no parecieron hacerlo en un principio, pero uno de ellos sí que sabía algo. No quiso movilizarse, pese a las palabras del más valiente de éstos. Tanto era así, que hasta terminó brindándole información al oído. El valiente pareció desconcertado, alarmado por lo que recién había escuchado. Pero ya era tarde para el más alocado del grupo, para el que salvajemente se fue a capturar al pobre adolescente ebrio.
Etsu pudo observar desde su posición inferior cómo el largo se intentaba abalanzar sobre él con un abrazo, y eso que ya estaba sentado. Quizás quería atraparlo contra el suelo, tumbándolo y aferrándose con todas sus fuerzas para que el borracho no escapase. Sin embargo la jugada no le iba a resultar tan sencilla... no señor.
Nada más que Etsu sintió las manos del chico posandose sobre él, lanzó su diestra por debajo de los de su atacante, y lo agarraría con fuerza apresandolo contra él, a la par que giraba sobre sí mismo, causando que el tipo largo cayese por propia inercia. Obviamente, ambos rodarían hacia el flanco del Inuzuka, y terminarían bien cercanos el uno del otro. El rastas trataría de buena manera quedar sobre el tipo con su presa, y entretanto habría antepuesto con su zurda el pulgar en la boca de la botella. No quería desperdiciar el alcohol, por mucho que le desagradase.
—¡YIO... TanbIEN TE Q-quERRO!
Y Etsu, sin venir a cuento, trató de besar al tipo en la mejilla en varias ocasiones. Lo tenía apresado con su diestra, de manera bien concienzuda, le sería difícil evitar la tormenta de besos y el aliento de borracho que desprendía el joven, pero no imposible. Después de todo, lo tenía tomado por debajo de los brazos, y aunque estuviese en una posición superior, todavía podría prestar resistencia.
Con la zurda, le llevaría la botella a la cara a su presa —¿¡T-tuuuUU Tanbién quiEE-quiEERESH!? —preguntó, bien amable —¡HIP!
Etsu pudo observar desde su posición inferior cómo el largo se intentaba abalanzar sobre él con un abrazo, y eso que ya estaba sentado. Quizás quería atraparlo contra el suelo, tumbándolo y aferrándose con todas sus fuerzas para que el borracho no escapase. Sin embargo la jugada no le iba a resultar tan sencilla... no señor.
Nada más que Etsu sintió las manos del chico posandose sobre él, lanzó su diestra por debajo de los de su atacante, y lo agarraría con fuerza apresandolo contra él, a la par que giraba sobre sí mismo, causando que el tipo largo cayese por propia inercia. Obviamente, ambos rodarían hacia el flanco del Inuzuka, y terminarían bien cercanos el uno del otro. El rastas trataría de buena manera quedar sobre el tipo con su presa, y entretanto habría antepuesto con su zurda el pulgar en la boca de la botella. No quería desperdiciar el alcohol, por mucho que le desagradase.
—¡YIO... TanbIEN TE Q-quERRO!
Y Etsu, sin venir a cuento, trató de besar al tipo en la mejilla en varias ocasiones. Lo tenía apresado con su diestra, de manera bien concienzuda, le sería difícil evitar la tormenta de besos y el aliento de borracho que desprendía el joven, pero no imposible. Después de todo, lo tenía tomado por debajo de los brazos, y aunque estuviese en una posición superior, todavía podría prestar resistencia.
Con la zurda, le llevaría la botella a la cara a su presa —¿¡T-tuuuUU Tanbién quiEE-quiEERESH!? —preguntó, bien amable —¡HIP!
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~