14/03/2020, 16:01
—¿Yo? Deme esos, por favor.
A traición, como no había otra forma de denominarlo, le ofreció un kunai amarillo a la genin, que aceptó a regañadientes. Su educación se imponía y era de mala educación rechazar un regalo, a pesar de que hubiese advertido a la pelirroja que sacasen lo que sacasen debía quedarselo ella.
— ¿Y ahora qué? ¿No deberíamos ir a ver los fuegos artificiales? Se nos va a hacer tarde al final. — sugirió la rubia.
Se guardó el falso kunai en un pequeño bolsillo interior que tenía su kimono y se alzó de nuevo para ver cual era su nuevo rumbo.
A traición, como no había otra forma de denominarlo, le ofreció un kunai amarillo a la genin, que aceptó a regañadientes. Su educación se imponía y era de mala educación rechazar un regalo, a pesar de que hubiese advertido a la pelirroja que sacasen lo que sacasen debía quedarselo ella.
— ¿Y ahora qué? ¿No deberíamos ir a ver los fuegos artificiales? Se nos va a hacer tarde al final. — sugirió la rubia.
Se guardó el falso kunai en un pequeño bolsillo interior que tenía su kimono y se alzó de nuevo para ver cual era su nuevo rumbo.