15/03/2020, 13:36
— ¿Pero podemos entrar? ¿De verdad? — dijo realmente sorprendida. — Pensé que no se permitía estar cerca. Y ya ni mencionar el entrar en los jardines colindantes o similar.
Al observar como se arreglaba el pelo, cayó en la cuenta que debería tenerlo realmente alborotado, por lo que se empezó a acariciar el pelo frente a un espejo de pared, sin éxito alguno. También miro a los lados, en busca de la goma que utilizaba para hacerse una coleta baja, sin resultado alguno, podría haberla metido por accidente en algún bolsillo o entre la ropa pero claramente la había perdido.
Al observar como se arreglaba el pelo, cayó en la cuenta que debería tenerlo realmente alborotado, por lo que se empezó a acariciar el pelo frente a un espejo de pared, sin éxito alguno. También miro a los lados, en busca de la goma que utilizaba para hacerse una coleta baja, sin resultado alguno, podría haberla metido por accidente en algún bolsillo o entre la ropa pero claramente la había perdido.