18/03/2020, 22:44
Hana había apuntado cada presentación de cada asignatura de forma cuidada y pulcra. Apuntando cuando sería cada entrega, cada examen y el temario de cada una. Durante los cambios de clase aprovechaba para repasar el horario y colorear cada asignatura con un color diferente.
Durante las clases no pudo evitar mirar un par de veces a la chica nueva, y ambas la había pillado dibujando en vez de atendiendo. La sangre le hervía en las venas a la presidenta, pero no quería tener nada que ver con aquella chica, más allá de a lo que sus responsabilidades la obligase.
— Por fin. Ya empezaba a cansarme de estar tanto tiempo pegada en el pupitre
Hana soltó un sonoro suspiro mientras acababa de recoger sus cosas para dirigirse a lo que sería la primera reunión del Consejo Estudiantil, que ella tenía que dirigir y administrar. Sin embargo, tenía la sensación de que a Ren se le estaba olvidando algo.
— Ren-chan, querida, no te olvides de que hoy es tu turno de limpiar el aula junto a Kini-san. — le recordó la rubia poniéndole una mano en el hombro antes de desaparecer por la puerta del aula.
Solo esperaba poder alargar el máximo posible su estancia aquel día en el colegio. Justamente se mudaban a su casa su madrastra y su hermanastra y no le apetecía absolutamente nada tener que enfrentarse a eso también. Aunque viendo el comienzo que había tenido aquel día, cualquier cosa que la esperase en casa no sería para tanto. ¿O sí?
Durante las clases no pudo evitar mirar un par de veces a la chica nueva, y ambas la había pillado dibujando en vez de atendiendo. La sangre le hervía en las venas a la presidenta, pero no quería tener nada que ver con aquella chica, más allá de a lo que sus responsabilidades la obligase.
— Por fin. Ya empezaba a cansarme de estar tanto tiempo pegada en el pupitre
Hana soltó un sonoro suspiro mientras acababa de recoger sus cosas para dirigirse a lo que sería la primera reunión del Consejo Estudiantil, que ella tenía que dirigir y administrar. Sin embargo, tenía la sensación de que a Ren se le estaba olvidando algo.
— Ren-chan, querida, no te olvides de que hoy es tu turno de limpiar el aula junto a Kini-san. — le recordó la rubia poniéndole una mano en el hombro antes de desaparecer por la puerta del aula.
Solo esperaba poder alargar el máximo posible su estancia aquel día en el colegio. Justamente se mudaban a su casa su madrastra y su hermanastra y no le apetecía absolutamente nada tener que enfrentarse a eso también. Aunque viendo el comienzo que había tenido aquel día, cualquier cosa que la esperase en casa no sería para tanto. ¿O sí?