26/03/2020, 00:47
Ayame escuchó a través de la niebla el distintivo tintineo del metal chocando contra otro metal. El kunai había sido bloqueado, y las manos de la kunoichi formaron el sello de inmediato.
El sello explosivo que había adherido al mango del kunai antes de lanzarlo detonó en una sonora explosión en un metro y medio a la redonda del arma.
«¿Le habré dado?» Se preguntó. Aunque no había tiempo para preguntas. Y lo que más rabia le daba era ser consciente de que no tenía fuerzas para continuar luchando como podría. «Maldita... sea...» Maldijo para sus adentros, con un doloroso nudo en la garganta.
Nada le había salido bien desde el principio. Nada. No había luchado como podría haberlo hecho. No había conseguido demostrarle nada. Y ya no había manera de enmendarlo. No podía quedarse de brazos cruzados regenerando chakra, su padre la encontraría más pronto que tarde, pero tampoco se le ocurría nada que pudiera hacer...
Pasaron lo segundos. Y algo se sumergió en el agua con un sonoro chapoteo varios metros a la izquierda de la plataforma.
Serpiente.
¡BOOOM!
¡BOOOM!
El sello explosivo que había adherido al mango del kunai antes de lanzarlo detonó en una sonora explosión en un metro y medio a la redonda del arma.
«¿Le habré dado?» Se preguntó. Aunque no había tiempo para preguntas. Y lo que más rabia le daba era ser consciente de que no tenía fuerzas para continuar luchando como podría. «Maldita... sea...» Maldijo para sus adentros, con un doloroso nudo en la garganta.
Nada le había salido bien desde el principio. Nada. No había luchado como podría haberlo hecho. No había conseguido demostrarle nada. Y ya no había manera de enmendarlo. No podía quedarse de brazos cruzados regenerando chakra, su padre la encontraría más pronto que tarde, pero tampoco se le ocurría nada que pudiera hacer...
Pasaron lo segundos. Y algo se sumergió en el agua con un sonoro chapoteo varios metros a la izquierda de la plataforma.