29/03/2020, 17:38
(Última modificación: 29/03/2020, 18:20 por Aotsuki Ayame. Editado 1 vez en total.)
Pero un repentino golpe en la mano obligó a Ayame a apartar el brazo con un hipido de sorpresa, revelando sus ojos, húmedos e inundados.
—Reserva esas fuerzas, tu cuerpo lo necesita. Mierda —gruñó Zetsuo.
—P... perdón... —gimoteó ella, con un hilo de voz.
—Ahora que ya parece estar despertando, ¿podrías colocarte ese hombro dislocado? —preguntó el águila, y Ayame volvió la cabeza hacia él, confundida. ¿Colocarse el hombro?—. Me está poniendo de los nervios.
No tardó en comprender lo que se estaba refiriendo: El hombro de su padre; estaba torcido de una forma absolutamente antinatural y dolorosa. El color desapareció del rostro de Ayame al darse cuenta de que debía haber sido ella la que le había causado aquello.
—Joder, sí. Puto pollo de mierda. —Sin un ápice de reparo, el médico se agarró el brazo con otro y se pegó tal tirón que el crujido le puso todos y cada uno de los pelos de punta a la kunoichi, que torció el gesto sin poder evitarlo—. ¡[i]Agh![/i]
—Mira quien habló, el mono a dos patas.
Pero mientras Zetsuo y su águila discutían entre sí, Ayame había desviado la mirada, compungida. Llevaba un sentimiento encerrado en el pecho que embestía contra las paredes, luchando por salir, y sabía que no lograría controlar por más tiempo. La muchacha respiró hondo por la nariz y contuvo el aliento durante un tiempo, apretando los puños.
—Te... Te he fallado... ¿Verdad...? —preguntó al cabo de varios minutos de tenso silencio.
—Reserva esas fuerzas, tu cuerpo lo necesita. Mierda —gruñó Zetsuo.
—P... perdón... —gimoteó ella, con un hilo de voz.
—Ahora que ya parece estar despertando, ¿podrías colocarte ese hombro dislocado? —preguntó el águila, y Ayame volvió la cabeza hacia él, confundida. ¿Colocarse el hombro?—. Me está poniendo de los nervios.
No tardó en comprender lo que se estaba refiriendo: El hombro de su padre; estaba torcido de una forma absolutamente antinatural y dolorosa. El color desapareció del rostro de Ayame al darse cuenta de que debía haber sido ella la que le había causado aquello.
—Joder, sí. Puto pollo de mierda. —Sin un ápice de reparo, el médico se agarró el brazo con otro y se pegó tal tirón que el crujido le puso todos y cada uno de los pelos de punta a la kunoichi, que torció el gesto sin poder evitarlo—. ¡[i]Agh![/i]
—Mira quien habló, el mono a dos patas.
Pero mientras Zetsuo y su águila discutían entre sí, Ayame había desviado la mirada, compungida. Llevaba un sentimiento encerrado en el pecho que embestía contra las paredes, luchando por salir, y sabía que no lograría controlar por más tiempo. La muchacha respiró hondo por la nariz y contuvo el aliento durante un tiempo, apretando los puños.
—Te... Te he fallado... ¿Verdad...? —preguntó al cabo de varios minutos de tenso silencio.

![[Imagen: kQqd7V9.png]](https://i.imgur.com/kQqd7V9.png)