30/03/2020, 13:00
Eri arqueó una ceja, pero creyó a su pupila aunque no del todo convencida. Hana era curiosa como la que más, y con una técnica como la suya en sus manos, ahora mismo, podría resultar muy peligroso, y no hacia quien escuchase, sino hacia ella, así que, por si acaso, no lo utilizaría junto a ella hasta ver si su curiosidad tenía cierto límite.
— ¿Y... de Raiton? ¿Qué tienes?
«De Raiton tengo lo mejor, pero...»
—La verdad es que tengo una variedad muy grande en Raiton, pero es demasiado tarde ya y no sé cómo puedo enseñártelo sin cargarme media habitación —confesó la pelirroja, rascándose la nuca—. Un día, si quieres, podemos entrenar juntas y así nos enseñamos las técnicas que nos quedan pendientes, ¿vale? —propuso la mayor, sonriente.
— ¿Y... de Raiton? ¿Qué tienes?
«De Raiton tengo lo mejor, pero...»
—La verdad es que tengo una variedad muy grande en Raiton, pero es demasiado tarde ya y no sé cómo puedo enseñártelo sin cargarme media habitación —confesó la pelirroja, rascándose la nuca—. Un día, si quieres, podemos entrenar juntas y así nos enseñamos las técnicas que nos quedan pendientes, ¿vale? —propuso la mayor, sonriente.