1/04/2020, 22:08
(Última modificación: 2/04/2020, 04:10 por Sagiso Ranko. Editado 1 vez en total.)
Era un chico de cabellos negros y gafas. Tenía un porte algo común, al menos hasta que sacó un pergamino e hizo aparecer a una persona de madera.
”Una… ¿marioneta?” No conocía marionetistas en persona, sólo había escuchado que el traidor de la aldea era uno. No sabía qué trucos podría tener aquel joven bajo las mangas. La marioneta estaba flotando, y Ranko supuso que era parte de su jutsu ”¿Puede moverla a gusto? ¿Puede lanzarla contra mí? ¿Cuántas tendrá escondidas o selladas? ¿Será resistente? ¿Él será resistente? Hay que… Hay que averiguarlo.”
Pero Ranko no se movió.
”Oh, cielos. OH CIELOS. Ranko, por favor. Cuerpo de Ranko, cuerpecito de Ranko, este no es un momento para fallar. Vamos, ¡Ranko decidida! ¡Muévete! ¡Muévete, muévete! ¡MUÉVETE! … Pero… ¿y si fallo? ¿Y si no demuestro lo que un Kusajin debe de demostrar? ¿Y si no demuestro lo suficiente a mi familia? Seré una molestia, una vergüenza. ¡Se reirán de mí! ¡Me llamarán el Conejo Tonto!”
Gruesas lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas, y su rostro parecía que estallaría en una nube de vapor. Se las enjugó velozmente. Al pasar la muñeca por su rostro, algo cambió: tanto el chico como la marioneta tenían ahora cabezas de conejo, enormes y esponjaditas. Ranko suspiró y sonrió muy ligeramente.
”Enfoque… Gracias, Etsu-san.”
—Un gusto —Hizo el sello de la confrontación rápida pero firmemente —. Adelante.
Lentamente, mientras movía sus pies temblorosos, la gente de estadio desapareció a los ojos de Ranko. Al final, sólo quedó el chico, la marioneta y la kunoichi. Y la adrenalina del combate comenzaba a fluir. Corrió hacia él.
Metió la siniestra a su portaobjetos y, con un movimiento, lanzó una pequeña esfera en dirección a su contrincante. Al chocar contra el suelo, la esfera explotaría en una nube de humo, cubriendo el área en el que estaban el marionetista y su títere, si es que no se movían. Si la marioneta se movía, Ranko la lanzaría hacia el chico. Al mismo tiempo, Ranko haría tres sellos, daría un pequeño salto y golpearía el suelo con una patada.
—¡Retsudo Tenshō!
La plataforma de madera se rompería al destruirse la tierra debajo, y picos rocosos se extenderían desde el suelo violentamente, hasta a ocho metros de Ranko, con un ancho de cuatro metros. La ruptura se adentraría en la nube de humo, y afectaría gran parte de la superficie cubierta. La kunoichi suposo que la marioneta flotaría, tal como lo estaba haciendo previamente.
”Pero no creo que él flote…”
Ranko se quedaría en guardia, a unos tres metros de la nube de humo, esperando atentamente qué saldría de la nube de humo, o mantendría la vista sobre sus enemigos, en caso de que éstos hubiesen escapado de la Kemuridama.
”Una… ¿marioneta?” No conocía marionetistas en persona, sólo había escuchado que el traidor de la aldea era uno. No sabía qué trucos podría tener aquel joven bajo las mangas. La marioneta estaba flotando, y Ranko supuso que era parte de su jutsu ”¿Puede moverla a gusto? ¿Puede lanzarla contra mí? ¿Cuántas tendrá escondidas o selladas? ¿Será resistente? ¿Él será resistente? Hay que… Hay que averiguarlo.”
Pero Ranko no se movió.
”Oh, cielos. OH CIELOS. Ranko, por favor. Cuerpo de Ranko, cuerpecito de Ranko, este no es un momento para fallar. Vamos, ¡Ranko decidida! ¡Muévete! ¡Muévete, muévete! ¡MUÉVETE! … Pero… ¿y si fallo? ¿Y si no demuestro lo que un Kusajin debe de demostrar? ¿Y si no demuestro lo suficiente a mi familia? Seré una molestia, una vergüenza. ¡Se reirán de mí! ¡Me llamarán el Conejo Tonto!”
Gruesas lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas, y su rostro parecía que estallaría en una nube de vapor. Se las enjugó velozmente. Al pasar la muñeca por su rostro, algo cambió: tanto el chico como la marioneta tenían ahora cabezas de conejo, enormes y esponjaditas. Ranko suspiró y sonrió muy ligeramente.
”Enfoque… Gracias, Etsu-san.”
—Un gusto —Hizo el sello de la confrontación rápida pero firmemente —. Adelante.
Lentamente, mientras movía sus pies temblorosos, la gente de estadio desapareció a los ojos de Ranko. Al final, sólo quedó el chico, la marioneta y la kunoichi. Y la adrenalina del combate comenzaba a fluir. Corrió hacia él.
Metió la siniestra a su portaobjetos y, con un movimiento, lanzó una pequeña esfera en dirección a su contrincante. Al chocar contra el suelo, la esfera explotaría en una nube de humo, cubriendo el área en el que estaban el marionetista y su títere, si es que no se movían. Si la marioneta se movía, Ranko la lanzaría hacia el chico. Al mismo tiempo, Ranko haría tres sellos, daría un pequeño salto y golpearía el suelo con una patada.
—¡Retsudo Tenshō!
La plataforma de madera se rompería al destruirse la tierra debajo, y picos rocosos se extenderían desde el suelo violentamente, hasta a ocho metros de Ranko, con un ancho de cuatro metros. La ruptura se adentraría en la nube de humo, y afectaría gran parte de la superficie cubierta. La kunoichi suposo que la marioneta flotaría, tal como lo estaba haciendo previamente.
”Pero no creo que él flote…”
Ranko se quedaría en guardia, a unos tres metros de la nube de humo, esperando atentamente qué saldría de la nube de humo, o mantendría la vista sobre sus enemigos, en caso de que éstos hubiesen escapado de la Kemuridama.
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