3/04/2020, 15:45
— Bah, no me importa ese borde, solo quería estar a solas contigo
Hana se ruborizó, dando un paso atrás. Aquella respuesta la había cogido totalmente desprevenida, pero la siguiente acción de la peliazul la dejó todavía más sorprendida. Sin un solo segundo de duda, Shizuka se lanzó sobre ella buscando sus labios, y los encontró.
La kunoichi tenía ojos en la cara y hormonas revoloteando por todo el cuerpo, una chica hermosa, famosa y tan carismática interesándose por ella era algo que ni se esperaba ni podía rechazar. Tras unos segundos, su cerebro volvió a funcionar y usó la mano que tenía sobre el hombro para apartar a la peliazul de ella.
— Shi...Shizuka-san, no... no deberías... no deberíamos... Reiji-san podría volver en cualquier momento y... ¡yo debería estar protegiendote! — estaba muy avergonzada, sus mejillas podrían brillar en la oscuridad de lo brillantes que estaban.
Casi no podía si hablar, su corazón estaba bombeando por encima de sus posibilidades. Ojalá pudiese controlar mejor sus sentimientos y sus pensamientos, pero la situación la estaba superando. Aún así, la misión estaba por encima de ella misma, incluso de Shizuka-san, no quería ni imaginarse qué diría su sensei o su kage si fallase una D por estar besándose con su clienta. Pero tenía que tenerla contenta ¿no? Negó rápidamente para quitarse todo eso de la cabeza. No, no podía distraerse.
Hana se ruborizó, dando un paso atrás. Aquella respuesta la había cogido totalmente desprevenida, pero la siguiente acción de la peliazul la dejó todavía más sorprendida. Sin un solo segundo de duda, Shizuka se lanzó sobre ella buscando sus labios, y los encontró.
La kunoichi tenía ojos en la cara y hormonas revoloteando por todo el cuerpo, una chica hermosa, famosa y tan carismática interesándose por ella era algo que ni se esperaba ni podía rechazar. Tras unos segundos, su cerebro volvió a funcionar y usó la mano que tenía sobre el hombro para apartar a la peliazul de ella.
— Shi...Shizuka-san, no... no deberías... no deberíamos... Reiji-san podría volver en cualquier momento y... ¡yo debería estar protegiendote! — estaba muy avergonzada, sus mejillas podrían brillar en la oscuridad de lo brillantes que estaban.
Casi no podía si hablar, su corazón estaba bombeando por encima de sus posibilidades. Ojalá pudiese controlar mejor sus sentimientos y sus pensamientos, pero la situación la estaba superando. Aún así, la misión estaba por encima de ella misma, incluso de Shizuka-san, no quería ni imaginarse qué diría su sensei o su kage si fallase una D por estar besándose con su clienta. Pero tenía que tenerla contenta ¿no? Negó rápidamente para quitarse todo eso de la cabeza. No, no podía distraerse.