3/04/2020, 20:43
Yota había devuelto la reverencia al Inuzuka, pero para sorpresa de éste, cuando le lanzó el puño para que su compañero lo chocase, éste realizó el sello de la confrontación. Etsu sonrió bajo la protección de su máscara, no le quedaba otra que realizar el mismo sello que su compañero. Con la misma presteza que su compañero lo había hecho, lo imitó.
—Está bien, lo veo correcto.
El domador de arañas no fallaba en vista, o al menos en memoria. Preguntó si se trataba de Etsu el que andaba tras la máscara. Al parecer había tratado hacía poco con Daigo, y éste le había mostrado un poco del estilo de combate familiar. Pero sus tiros no iban a quedar en tan solo eso, tras mencionar lo del peliverde, Yota inquirió que diesen un espectáculo que aleccionara al asesino de Kenzou de lo que le esperaba.
Etsu miró hacia su flanco derecho, donde ya se había posicionado cautelosamente su compañero y hermano. Éste le devolvió la mirada fugazmente.
—Norrl...
—No... —confirmó Etsu.
—Norrl... —añadió el can.
—No... —sostuvo el rastas.
—Rrrrefinitivamente no. —afianzaron ambos Inuzuka.
Etsu se encogió de hombros, y terminó por explicar la argumentación que habían dado —No puede ser tan tonto para haber venido.
»Y si, soy Etsu.
El Inuzuka realizó un sello, y con ello el can tomó la misma apariencia que el rastas. Se convirtió en un clon de su hermano, y junto a éste, ambos Etsu saltaron hacia detrás en un rápido movimiento, manteniendo una leve distancia de casi cuatro metros ahora. Una vez tomada posición, adoptarían la posición de Tekken. Puños a la altura del estómago a sendos lados del tronco, y piernas semiflexionadas en una linea casi perfecta.
—Cuando quierrras.
Los Inuzuka estaban preparados.
—Está bien, lo veo correcto.
El domador de arañas no fallaba en vista, o al menos en memoria. Preguntó si se trataba de Etsu el que andaba tras la máscara. Al parecer había tratado hacía poco con Daigo, y éste le había mostrado un poco del estilo de combate familiar. Pero sus tiros no iban a quedar en tan solo eso, tras mencionar lo del peliverde, Yota inquirió que diesen un espectáculo que aleccionara al asesino de Kenzou de lo que le esperaba.
Etsu miró hacia su flanco derecho, donde ya se había posicionado cautelosamente su compañero y hermano. Éste le devolvió la mirada fugazmente.
—Norrl...
—No... —confirmó Etsu.
—Norrl... —añadió el can.
—No... —sostuvo el rastas.
—Rrrrefinitivamente no. —afianzaron ambos Inuzuka.
Etsu se encogió de hombros, y terminó por explicar la argumentación que habían dado —No puede ser tan tonto para haber venido.
»Y si, soy Etsu.
El Inuzuka realizó un sello, y con ello el can tomó la misma apariencia que el rastas. Se convirtió en un clon de su hermano, y junto a éste, ambos Etsu saltaron hacia detrás en un rápido movimiento, manteniendo una leve distancia de casi cuatro metros ahora. Una vez tomada posición, adoptarían la posición de Tekken. Puños a la altura del estómago a sendos lados del tronco, y piernas semiflexionadas en una linea casi perfecta.
—Cuando quierrras.
Los Inuzuka estaban preparados.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~