7/04/2020, 11:19
—Recuerda esto siempre, Ayame —dijo Zetsuo de pronto—. Si dudas, perderás.
—¿Por qué...? —comenzó a preguntar Ayame, pero quedó enmudecida cuando su padre volvió a clavar sus ojos aguamarina en ella.
—Una diferencia de un segundo puede salvar la vida de un paciente durante una urgencia. Una sola duda, y esa persona morirá. —«La diferencia entre ser un buen médico o no»—. Una sola duda durante un combate, y lo perderás.
«La diferencia entre ser una buena kunoichi o no...»
—Y tú, hija mía... tú eres toda dudas —continuó, y Ayame se hundió en el asiento cuando dio con el dedo en la llaga—. Y esa es tu mayor debilidad. Y por tanto, es ahí donde debes poner más esfuerzo en mejorar. Ni las carreras alrededor de la orilla del lago, ni flexiones ni abdominales ni extenuar al máximo el control sobre tu chakra hará que llegues más lejos. Y tú, hija mía... tú eres toda dudas. Y esa es tu mayor debilidad. Y por tanto, es ahí donde debes poner más esfuerzo en mejorar. Ni las carreras alrededor de la orilla del lago, ni flexiones ni abdominales ni extenuar al máximo el control sobre tu chakra hará que llegues más lejos. Pero elimina todas tus dudas, y serás la kunoichi más fuerte de toda Amegakure. Por encima de la mismísima Arashikage.
Ella gruñó, torciendo el gesto. ¿Ella, más fuerte que Arashikoro Yui? Sabía que lo último que debía hacer en aquel momento, justo después de que su padre le hubiese soltado aquel discurso sobre confianza y autoestima, era precisamente cuestionarle. Pero no podía evitarlo.
—Y por encima del cabrón de Amedama. ¿Vas a ir al Torneo este año también, no? Espero que le des una buena patada en el culo.
—Sí. Han vuelto a recomendarme. Este año parece que va a haber dos divisiones o algo así, se supone que me han recomendado para la categoría de rango alto —respondió ella, casi agradeciendo el ligero cambio de tema. Y ante la mención de Daruu no pudo sino encogerse de hombros, con lástima—. Lo intentaré... pero ese Byakugan es muy difícil de combatir.
«Sólo le vencí en combate una vez, y fue cuando se estaba recuperando de la pérdida de sus ojos. ¿Cuenta eso como victoria acaso? Amedama Daruu sí que es el shinobi más fuerte de Amegakure, no yo...»
—¿Por qué...? —comenzó a preguntar Ayame, pero quedó enmudecida cuando su padre volvió a clavar sus ojos aguamarina en ella.
—Una diferencia de un segundo puede salvar la vida de un paciente durante una urgencia. Una sola duda, y esa persona morirá. —«La diferencia entre ser un buen médico o no»—. Una sola duda durante un combate, y lo perderás.
«La diferencia entre ser una buena kunoichi o no...»
—Y tú, hija mía... tú eres toda dudas —continuó, y Ayame se hundió en el asiento cuando dio con el dedo en la llaga—. Y esa es tu mayor debilidad. Y por tanto, es ahí donde debes poner más esfuerzo en mejorar. Ni las carreras alrededor de la orilla del lago, ni flexiones ni abdominales ni extenuar al máximo el control sobre tu chakra hará que llegues más lejos. Y tú, hija mía... tú eres toda dudas. Y esa es tu mayor debilidad. Y por tanto, es ahí donde debes poner más esfuerzo en mejorar. Ni las carreras alrededor de la orilla del lago, ni flexiones ni abdominales ni extenuar al máximo el control sobre tu chakra hará que llegues más lejos. Pero elimina todas tus dudas, y serás la kunoichi más fuerte de toda Amegakure. Por encima de la mismísima Arashikage.
Ella gruñó, torciendo el gesto. ¿Ella, más fuerte que Arashikoro Yui? Sabía que lo último que debía hacer en aquel momento, justo después de que su padre le hubiese soltado aquel discurso sobre confianza y autoestima, era precisamente cuestionarle. Pero no podía evitarlo.
—Y por encima del cabrón de Amedama. ¿Vas a ir al Torneo este año también, no? Espero que le des una buena patada en el culo.
—Sí. Han vuelto a recomendarme. Este año parece que va a haber dos divisiones o algo así, se supone que me han recomendado para la categoría de rango alto —respondió ella, casi agradeciendo el ligero cambio de tema. Y ante la mención de Daruu no pudo sino encogerse de hombros, con lástima—. Lo intentaré... pero ese Byakugan es muy difícil de combatir.
«Sólo le vencí en combate una vez, y fue cuando se estaba recuperando de la pérdida de sus ojos. ¿Cuenta eso como victoria acaso? Amedama Daruu sí que es el shinobi más fuerte de Amegakure, no yo...»