7/04/2020, 13:53
El combate había empezado como cualquier persona con una mínima conciencia hubiese esperado de dos ninjas de la hierba. Con hostias kuseñas. Aquel primer envite logró arrancar los primeros aplausos de la grada, aunque fue de forma tímida.
Tras la fuerza repulsora inicial, alcé la vista y vi como el perro de Etsu no quería dar tregua alguna, pese al veneno que Kumopansa le había inyectado, el can buscaba nuestro agotamiento. Tanto era así que se lanzó a por nosotros como si de un auténtico ciclón se tratase. Afortunadamente, nos separaba una distancia prudencial para evadir aquello y tan solo tuve que moverme rápidamente hacía atrás, dando algún que otro saltito hasta que la técnica llegó a su distancia máxima. Pero lo cierto es que estuvo cerca de dar en el blanco.
— ¿No llegaste a morderle?
— ¡Claro que le mordí!
«Entonces no tiene puto sentido que haga como si nada...»
Igual es que ne perros no causaba sus efectos de forma tan clara como en humanos en los primeros momentos, pero si Kumopansa decía que le había mordido, es que lo había hecho. Por tanto, el veneno estaba inoculado y era una cuestión de tiempo que el can se quedase en una posición vulnerable. Solo tenía que ganar tiempo.
Tiempo. Eso era lo que no tenía. Etsu volvía a la carga para atizarme una vez más.
— Joder
Por suerte, toda la distancia recorrida me daba una oportunidad de defenderme, pero tendría que ser, una vez más, encajando el taijutsu del Inuzuka. Por ello, esta vez buscaría usar una ofensiva que le hiriese de verdad. Rápidamente desenfunde mi katana para imbuirla con el flujo de chakra de raiton tan característico del ninjutsu elemental y deslicé el arma para que contactase con el cuerpo del kusajin, aunque se llevaría una sorpresa, pues lejos de atravesarle, en su lugar acabaría haciendo una leve explosión para después recibir el puñetazo de Etsu.
— ¡Arg!
• PV:–
• CK:–
• PV Kumopansa:–
• CK Kumopansa:–
Daño recibido
Daño causado
Tras la fuerza repulsora inicial, alcé la vista y vi como el perro de Etsu no quería dar tregua alguna, pese al veneno que Kumopansa le había inyectado, el can buscaba nuestro agotamiento. Tanto era así que se lanzó a por nosotros como si de un auténtico ciclón se tratase. Afortunadamente, nos separaba una distancia prudencial para evadir aquello y tan solo tuve que moverme rápidamente hacía atrás, dando algún que otro saltito hasta que la técnica llegó a su distancia máxima. Pero lo cierto es que estuvo cerca de dar en el blanco.
— ¿No llegaste a morderle?
— ¡Claro que le mordí!
«Entonces no tiene puto sentido que haga como si nada...»
Igual es que ne perros no causaba sus efectos de forma tan clara como en humanos en los primeros momentos, pero si Kumopansa decía que le había mordido, es que lo había hecho. Por tanto, el veneno estaba inoculado y era una cuestión de tiempo que el can se quedase en una posición vulnerable. Solo tenía que ganar tiempo.
Tiempo. Eso era lo que no tenía. Etsu volvía a la carga para atizarme una vez más.
— Joder
Por suerte, toda la distancia recorrida me daba una oportunidad de defenderme, pero tendría que ser, una vez más, encajando el taijutsu del Inuzuka. Por ello, esta vez buscaría usar una ofensiva que le hiriese de verdad. Rápidamente desenfunde mi katana para imbuirla con el flujo de chakra de raiton tan característico del ninjutsu elemental y deslicé el arma para que contactase con el cuerpo del kusajin, aunque se llevaría una sorpresa, pues lejos de atravesarle, en su lugar acabaría haciendo una leve explosión para después recibir el puñetazo de Etsu.
— ¡Arg!
Estado de Yotita
• PV:
166/200
-17
–• CK:
198/240
-18
–• PV Kumopansa:
60/60
• CK Kumopansa:
64/80
+20
–Daño recibido
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa