7/04/2020, 22:12
(Última modificación: 7/04/2020, 22:12 por Inuzuka Etsu.
Razón: Error code.. ;_;
)
El tornado de garras y dientes —Akane— se lanzó directo hacia el chico arácnido. Quizás ladeó un poco de más, pero de una manera u otra, su acometida se vio eclipsada cuando su oponente dio varios saltos hacia detrás. Era algo simple pero efectivo, y más quizás teniendo en cuenta que el can comenzaba a estar un poco mareado. No era cosa de la técnica en sí, pues a eso estaba acostumbrado, no tardó en comprender que se trataba del mordisco de la mascota de ocho patas...
Tras su fallida acometida, tomó distancia, y hasta un poco más de lo que él mismo hubiese querido a decir verdad. El huskie se alejó hasta distanciarse al menos diez metros de Yota. Sabía perfectamente su condición, y no podía hacer un movimiento de más para estorbar en vez de ayudar. Por el momento debería permanecer quieto, sería la manera en que más ayudaría.
Etsu había saltado en busca de la evasión de Yota, era algo que tenía más que premeditado, y previamente había recortado distancias. Cargaba con ganas su puño diestro, y tenía intención de hincarselo en el pecho a su antagonista, o de sorprenderle para cuando su oponente esquivase. Pero en el mismo trayecto del salto pudo observar que su oponente no quiso hacer por esquivar más.
«¿¡Acaso piensa hacer de nuevo lo mismo!? ¿¿De nuevo va a recibir mi golpe para darme un puñetazo??»
Pero no, su oponente se decidió por buscar rápidamente su katana. Parecía que el tiempo de juegos y recreo se había acabado, y pasaban a cosas más serias...
«¿¡Mierda... mierda, mierda...!?»
El rubio plantó cara, y desenfundó el arma. Atrasó el filo, y cargó en él una buena base de su característico chakra elemental. Sin duda se avecinaba un buen golpe por parte de Yota... y quizás hasta pensase que estando Etsu en el aire las tenía todas consigo, que sería un intercambio de golpes que ganaría fácilmente.
El Inuzuka elaboró con la zurda un único sello, y en mitad del aire cambió drásticamente su trayectoria, elevándose un par de metros y dejando por debajo el intento de corte. Lanzaba su puñetazo con gran determinación, y ya no podía siquiera evitar el gesto directo hacia Yota. Así pues, lanzó el puñetazo sin más...
Bueno, como el que dice sin más tampoco. El atroz puñetazo de Etsu provocó que el propio aire se moviese consigo, buscando atizar al improvisado espadachín en plena cara o cabeza, pues su posición ahora era aún más elevada. Diese o no en su oponente, ya que éste había acudido a las armas, le contestaría con lo mismo. Sin demora alguna, tomó su hacha y lanzaría un tajo descendente en busca de herir a Yota en el torso, aprovechando la inercia de la altura.
Tras su fallida acometida, tomó distancia, y hasta un poco más de lo que él mismo hubiese querido a decir verdad. El huskie se alejó hasta distanciarse al menos diez metros de Yota. Sabía perfectamente su condición, y no podía hacer un movimiento de más para estorbar en vez de ayudar. Por el momento debería permanecer quieto, sería la manera en que más ayudaría.
Etsu había saltado en busca de la evasión de Yota, era algo que tenía más que premeditado, y previamente había recortado distancias. Cargaba con ganas su puño diestro, y tenía intención de hincarselo en el pecho a su antagonista, o de sorprenderle para cuando su oponente esquivase. Pero en el mismo trayecto del salto pudo observar que su oponente no quiso hacer por esquivar más.
«¿¡Acaso piensa hacer de nuevo lo mismo!? ¿¿De nuevo va a recibir mi golpe para darme un puñetazo??»
Pero no, su oponente se decidió por buscar rápidamente su katana. Parecía que el tiempo de juegos y recreo se había acabado, y pasaban a cosas más serias...
«¿¡Mierda... mierda, mierda...!?»
El rubio plantó cara, y desenfundó el arma. Atrasó el filo, y cargó en él una buena base de su característico chakra elemental. Sin duda se avecinaba un buen golpe por parte de Yota... y quizás hasta pensase que estando Etsu en el aire las tenía todas consigo, que sería un intercambio de golpes que ganaría fácilmente.
El Inuzuka elaboró con la zurda un único sello, y en mitad del aire cambió drásticamente su trayectoria, elevándose un par de metros y dejando por debajo el intento de corte. Lanzaba su puñetazo con gran determinación, y ya no podía siquiera evitar el gesto directo hacia Yota. Así pues, lanzó el puñetazo sin más...
Bueno, como el que dice sin más tampoco. El atroz puñetazo de Etsu provocó que el propio aire se moviese consigo, buscando atizar al improvisado espadachín en plena cara o cabeza, pues su posición ahora era aún más elevada. Diese o no en su oponente, ya que éste había acudido a las armas, le contestaría con lo mismo. Sin demora alguna, tomó su hacha y lanzaría un tajo descendente en busca de herir a Yota en el torso, aprovechando la inercia de la altura.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~