8/04/2020, 00:35
Juro observó las estratagemas que utilizaba el resto de participantes: ponerse en grupo, probar con el fuego... todo para lograr lo que Datsue parecía estar consiguiendo de una forma bastante fácil. No dudó en que su compañero de profesión además de shinobi, tenía conocimientos de herrería bastante avanzados y supuso que estaría bien.
Y casi, por ese pensamiento, se le escapó lo más fundamental.
No se dio cuenta al principio cuando, en el primer cambio de estación, a Datsue se le fue la mano (un error, probablemente). La segunda vez ya fue extraño y Juro volvió a retomar la atención en su amigo.
A la tercera, lo notó.
Fue muy discreto. Practicamente, lejano al ojo. Pero el shinobi pudo darse cuenta. ¿Cómo no reconocer el elemento con el que había nacido y se había abierto paso en el mundo ninja? Ahí alguien estaba utilizando viento contra Datsue. Parecía una técnica precisa y desde luego, muy sigilosa. Pero para poder controlar el viento como lo estaba haciendo ahí, o se es increiblemente bueno, o se tiene que estar cerca. Juro se decantó por la segunda opción.
Se inclinó hacia el suelo, fingiendo ajustarse los zapatos. Y entonces, aprovechando al máximo el sigilo que el sello le daba estando en su oreja, susurró, de manera que ni si quiera Kazuma le escuchase.
— Alguien te está saboteando. No sé dónde está ni cómo lo hace, pero debe de estar cerca tuyo. Ese viento no es normal.
Se alzó otra vez, sonriendo a su alumno, como si nada pasara. Aún no veía la necesidad de movilizarse: si se alzaban ahora, sería muy sospechoso y quizá incluso pensaran que estaban haciendo alguna estrategia para que Datsue ganara si los habían visto con él.
Por el momento, Juro se limitó a observar a la gente entre el público y a los participantes, buscando al posible causante.
Y casi, por ese pensamiento, se le escapó lo más fundamental.
No se dio cuenta al principio cuando, en el primer cambio de estación, a Datsue se le fue la mano (un error, probablemente). La segunda vez ya fue extraño y Juro volvió a retomar la atención en su amigo.
A la tercera, lo notó.
Fue muy discreto. Practicamente, lejano al ojo. Pero el shinobi pudo darse cuenta. ¿Cómo no reconocer el elemento con el que había nacido y se había abierto paso en el mundo ninja? Ahí alguien estaba utilizando viento contra Datsue. Parecía una técnica precisa y desde luego, muy sigilosa. Pero para poder controlar el viento como lo estaba haciendo ahí, o se es increiblemente bueno, o se tiene que estar cerca. Juro se decantó por la segunda opción.
Se inclinó hacia el suelo, fingiendo ajustarse los zapatos. Y entonces, aprovechando al máximo el sigilo que el sello le daba estando en su oreja, susurró, de manera que ni si quiera Kazuma le escuchase.
— Alguien te está saboteando. No sé dónde está ni cómo lo hace, pero debe de estar cerca tuyo. Ese viento no es normal.
Se alzó otra vez, sonriendo a su alumno, como si nada pasara. Aún no veía la necesidad de movilizarse: si se alzaban ahora, sería muy sospechoso y quizá incluso pensaran que estaban haciendo alguna estrategia para que Datsue ganara si los habían visto con él.
Por el momento, Juro se limitó a observar a la gente entre el público y a los participantes, buscando al posible causante.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60