10/04/2020, 13:30
Y Daruu levantó la cabeza hacia ella. Su rostro se iluminó de golpe y sonrió como sólo él sabía hacerlo. Se levantó, caminó hacia ella y la abrazó con cuidado para no hacerla daño. El ramillete de lirios en sus manos terminó de desarmarla, y Ayame rompió a llorar y se abrazó a él con todas las fuerzas que fue capaz de reunir. Ni siquiera le importó el latigazo de dolor que la recorrió.
«Creía que me habían dejado sola...» Sollozó, profundamente aliviada.
—¡Ayame! —dijo Daruu y ella se separó de él casi a regañadientes—. Madre mía, han tardado en dejarte salir. Seguro que llevas recuperada un montón ya.
—En realidad... no... —confesó, rascándose la nuca con la mano libre—. Yo... cuando he despertado, ya estaba atardeciendo...
Y el Sol ya había terminado de esconderse, aunque la noche aún no había desplegado su manto. ¿Cuánto podía haber pasado entonces? ¿Media hora? ¿Una hora como mucho?
Daruu torció la cabeza, con una encantadora sonrisa en sus labios.
—Oye... buen combate, pequeñaja —le dijo, revolviéndole el pelo—. ¿Desde cuando has mejorado tanto tu control del chakra? ¡Intenté deshacer tus Genjutsu pero no podía!
—Aún no es suficiente. Sigo sin poder vencerte, y tampoco puedo deshacer las ilusiones de papá. Parece que tus ojos al final sí que ven el futuro —añadió, encogiéndose de hombros. Se obligó a sonreír, aunque sus ojos estaban inundados de lágrimas—. Felicidades, has pasado de ronda.
«Creía que me habían dejado sola...» Sollozó, profundamente aliviada.
—¡Ayame! —dijo Daruu y ella se separó de él casi a regañadientes—. Madre mía, han tardado en dejarte salir. Seguro que llevas recuperada un montón ya.
—En realidad... no... —confesó, rascándose la nuca con la mano libre—. Yo... cuando he despertado, ya estaba atardeciendo...
Y el Sol ya había terminado de esconderse, aunque la noche aún no había desplegado su manto. ¿Cuánto podía haber pasado entonces? ¿Media hora? ¿Una hora como mucho?
Daruu torció la cabeza, con una encantadora sonrisa en sus labios.
—Oye... buen combate, pequeñaja —le dijo, revolviéndole el pelo—. ¿Desde cuando has mejorado tanto tu control del chakra? ¡Intenté deshacer tus Genjutsu pero no podía!
—Aún no es suficiente. Sigo sin poder vencerte, y tampoco puedo deshacer las ilusiones de papá. Parece que tus ojos al final sí que ven el futuro —añadió, encogiéndose de hombros. Se obligó a sonreír, aunque sus ojos estaban inundados de lágrimas—. Felicidades, has pasado de ronda.