14/04/2020, 13:22
«¿Qué coño…? ¡¿Qué coño…?!» Datsue se mordió el labio inferior y refrenó su ansia por soltar exabruptos y preguntar, sabiendo que acabaría enterándose de más cosas si no interrumpía a Reiji. Pero, ¡es que aquello era demasiado! ¡Sabían del paradero de Kurama! Aquella era una información de máxima urgencia. ¡Tenían que comunicárselo cuanto antes a los Kages de la Alianza Tormenta-Espiral para trazar un plan de ataque!
Pero pese a que le dejó seguir hablando, Reiji no contó mucho más. Lo único en lo que insistía era en que no quería revelarle la dirección exacta porque temía que fuese a liarse a bijūdamas contra Kurama y su ejército.
Fue entonces cuando se dio cuenta. Antaño, hacía no tantos años, hablaba mucho de boca pero a la hora de la verdad siempre se escondía tras la sombra de alguien más grande y más fuerte. Siempre liándola, llamándose el intrépido, pero cuando llegaba la hora de las tortas se cobijaba tras la espalda de Akame. O de Kaido, en Isla Monotonía. O de tantos otros. ¿Acaso las mentiras sobre sí mismo habían sido tan buenas que ahora sus compañeros de verdad creían que estaba enamorado de las misiones suicidas? ¿O era que la mentira se había convertido en verdad? Él era un Uchiha, después de todo, y los Uchihas son capaces de convertir la ilusión en realidad.
Negó con la cabeza. No importaba. Lo que tenía claro es que apreciaba demasiado su pellejo como para hacer lo que sugería Reiji.
—Claro que no voy a hacerlo, Reiji, coño. Lo que hay que trazar es un plan de ataque. Todos juntos. ¡En equipo! Tenemos que contarle esto a Hanabi cuanto antes. —Ya estaban tardando, de hecho—. ¿Y dónde dices que está? Aunque no me digas su posición exacta, podrías darme una aproximación para que me haga una idea. El país donde reside, al menos.
«El País del Rayo, de la Tierra o del Viento. Apuesto a que es uno de esos tres».
Pero pese a que le dejó seguir hablando, Reiji no contó mucho más. Lo único en lo que insistía era en que no quería revelarle la dirección exacta porque temía que fuese a liarse a bijūdamas contra Kurama y su ejército.
Fue entonces cuando se dio cuenta. Antaño, hacía no tantos años, hablaba mucho de boca pero a la hora de la verdad siempre se escondía tras la sombra de alguien más grande y más fuerte. Siempre liándola, llamándose el intrépido, pero cuando llegaba la hora de las tortas se cobijaba tras la espalda de Akame. O de Kaido, en Isla Monotonía. O de tantos otros. ¿Acaso las mentiras sobre sí mismo habían sido tan buenas que ahora sus compañeros de verdad creían que estaba enamorado de las misiones suicidas? ¿O era que la mentira se había convertido en verdad? Él era un Uchiha, después de todo, y los Uchihas son capaces de convertir la ilusión en realidad.
Negó con la cabeza. No importaba. Lo que tenía claro es que apreciaba demasiado su pellejo como para hacer lo que sugería Reiji.
—Claro que no voy a hacerlo, Reiji, coño. Lo que hay que trazar es un plan de ataque. Todos juntos. ¡En equipo! Tenemos que contarle esto a Hanabi cuanto antes. —Ya estaban tardando, de hecho—. ¿Y dónde dices que está? Aunque no me digas su posición exacta, podrías darme una aproximación para que me haga una idea. El país donde reside, al menos.
«El País del Rayo, de la Tierra o del Viento. Apuesto a que es uno de esos tres».
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado