19/04/2020, 15:21
—¿No te hablé de él cuando te dije que tenía una forma de comunicarme con Ayame para concertaros una cita?
—No, la verdad es que nunca me has hablado de él.
—. ¿Ves esto de aquí?
Datsue señalo una especie de tatuaje que tenia debajo de la oreja, como un kanji con un número. Era pequeñito, pero visible. Aún así, el fuuinjutsu era todo un misterio para mi. Yo también tenia tatuajes, pero no hacían nada especial.
—Yūkan'na Kyōdai ai, el sello de la Hermandad Intrépida. Si te coloco este sello a ti, y yo dispongo uno con el mismo número, seremos capaces de comunicarnos a distancia. Como los teléfonos que instalaron en Uzu, ¿sabes? Pero sin tener que marcar números ni tonterías. No necesitas hacer sellos, siquiera. Solo concentrar chakra donde tengas el sello para estimularlo y que se active, y entonces escucharé todo lo que digas, y viceversa.
—¡Pero si eso es casi tan útil como tener tentáculos!
Puede que más, pero había que tener unos cuantos pares de brazos más, ayudaba bastante a hacer casi cualquier cosa. Podrías forjar varias armas a la vez, o incluso blandirlas. O dibujar con unos brazos mientras escribías con los otros. Aunque para todo eso hacia falta coordinación.
—Pero solo me escuchas a mí y solo si yo quiero ¿Verdad?
Siempre había cosas que era mejor que nadie escuchase. Y había que asegurarse antes.
—No, la verdad es que nunca me has hablado de él.
—. ¿Ves esto de aquí?
Datsue señalo una especie de tatuaje que tenia debajo de la oreja, como un kanji con un número. Era pequeñito, pero visible. Aún así, el fuuinjutsu era todo un misterio para mi. Yo también tenia tatuajes, pero no hacían nada especial.
—Yūkan'na Kyōdai ai, el sello de la Hermandad Intrépida. Si te coloco este sello a ti, y yo dispongo uno con el mismo número, seremos capaces de comunicarnos a distancia. Como los teléfonos que instalaron en Uzu, ¿sabes? Pero sin tener que marcar números ni tonterías. No necesitas hacer sellos, siquiera. Solo concentrar chakra donde tengas el sello para estimularlo y que se active, y entonces escucharé todo lo que digas, y viceversa.
—¡Pero si eso es casi tan útil como tener tentáculos!
Puede que más, pero había que tener unos cuantos pares de brazos más, ayudaba bastante a hacer casi cualquier cosa. Podrías forjar varias armas a la vez, o incluso blandirlas. O dibujar con unos brazos mientras escribías con los otros. Aunque para todo eso hacia falta coordinación.
—Pero solo me escuchas a mí y solo si yo quiero ¿Verdad?
Siempre había cosas que era mejor que nadie escuchase. Y había que asegurarse antes.