20/04/2020, 16:25
—Eso está muy bien, en mi época no había cosas como revistas: solo libros y rumores —confeso, contenta de que para los ninjas hubiese más opciones que solo leer sobre cómo combatir—. Yo misma participo en la edición de varias revistas relativas al mundo del arte, y de vez en cuando escribo algún artículo para algún periódico.
Luego dirigió su vista al peliblanco.
—Yo me entere de usted por lo que decía en un libro de arte (suelo pasar mucho tiempo leyendo) —respondió el peliblanco, explicando su fuente—. Al principio pensé que se trataba de uno de aquellos artistas que fingen un pasado ninja para lucir más interesantes, por lo que le pregunté a mi sensei. Él es un marionetista, muy dado a la parte de ingeniería. Me confirmo que ciertamente usted era alguien famosa entre los de su oficio… Aunque solo le conocía en su aspecto de ninja.
—Suele ser lo más habitual —admitió con resignación: aunque lo deseara, era imposible que todos le conociesen como artista—. Entonces los senseis de ambos son marionetistas… ¿Es posible que los conozca?
—Mi sensei se llama Juro —revelo él—. Es bastante joven y discreto, así que no creo que muchos lo conozcan.
—Me parece que si… —dijo mientras esforzaba su memoria—. ¿No es el chico de Kusa que participo en el anterior Torneo de los Dojos? Creo que su apellido era Eikyuu.
—En efecto, ese es mi maestro, Eikyuu Juro.
Saki no recordaba mucho de aquel joven, solo le había guardado en su memoria porque así lo hacía con todos los marionetistas que conocía directa o indirectamente. En el torneo le había parecido que estaba un poco verde, pero ahora incluso tenía un estudiante. Saco la cuente de cuánto tiempo había pasado desde que le vio combatiendo, y el resultado hizo que se sintiese un poco más anciana.
—¿Y qué hay del tuyo? —pregunto, dirigiéndose a Takumi.
Luego dirigió su vista al peliblanco.
—Yo me entere de usted por lo que decía en un libro de arte (suelo pasar mucho tiempo leyendo) —respondió el peliblanco, explicando su fuente—. Al principio pensé que se trataba de uno de aquellos artistas que fingen un pasado ninja para lucir más interesantes, por lo que le pregunté a mi sensei. Él es un marionetista, muy dado a la parte de ingeniería. Me confirmo que ciertamente usted era alguien famosa entre los de su oficio… Aunque solo le conocía en su aspecto de ninja.
—Suele ser lo más habitual —admitió con resignación: aunque lo deseara, era imposible que todos le conociesen como artista—. Entonces los senseis de ambos son marionetistas… ¿Es posible que los conozca?
—Mi sensei se llama Juro —revelo él—. Es bastante joven y discreto, así que no creo que muchos lo conozcan.
—Me parece que si… —dijo mientras esforzaba su memoria—. ¿No es el chico de Kusa que participo en el anterior Torneo de los Dojos? Creo que su apellido era Eikyuu.
—En efecto, ese es mi maestro, Eikyuu Juro.
Saki no recordaba mucho de aquel joven, solo le había guardado en su memoria porque así lo hacía con todos los marionetistas que conocía directa o indirectamente. En el torneo le había parecido que estaba un poco verde, pero ahora incluso tenía un estudiante. Saco la cuente de cuánto tiempo había pasado desde que le vio combatiendo, y el resultado hizo que se sintiese un poco más anciana.
—¿Y qué hay del tuyo? —pregunto, dirigiéndose a Takumi.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)