21/04/2020, 00:00
—Oh, vaya, no sabía que me conocías. Y no hace falta ser tan formal, somos compañeros. —Cogió un poco de té y se sentó a su lado. —¿Qué tal la primera ronda?
—Perdona, la costumbre de tratar así a los superiores. —Takumi siempre intentaba ser muy formal con sus superiores, pero aquellos que eran más cercanos le agradaban, se sentía con menos presión. —Hana me habló de ust... De tí y mi sensei me visitó en el hospital tras el combate y me habló de los demás combates. Así que por tu pelo y tus ojos me imaginé que eras Eri, vamos, la otra opción es que fueras Datsue así que por descarte lo supe. —Se rió. —La primera ronda pues... No muy bien, me tocó contra Sagiso Ranko y no pude hacer casi nada, está a otro nivel... —Su mirada se perdió en el fondo de la taza de té.
No le había desagradado su combate, la kusajin lo trató como un oponente digno pese a la diferencia de nivel, pero sentía en lo más profundo de su ser que tal vez no era bueno para esto. Vale que llevaba poco más de medio año siendo shinobi, pero esto había sido un buen jarro de agua fría. No se podía permitir el decepcionar a Itona y a Junko, tenía que demostrarles que esforzarse en entrenarle iba a dar sus frutos.
—Ay, disculpa mis formas, no te he preguntado si querías alguno. —Le señaló los dátiles. —Son de las mejores plantaciones datileras de todo Kaze no Kuni, no vas a conseguir nada igual ni con las exportaciones que nos llegan a la Aldea. —Siempre le había gustado defender el producto patrio y, allí por donde pisara, siempre promocionaba los productos del Viento.
—Perdona, la costumbre de tratar así a los superiores. —Takumi siempre intentaba ser muy formal con sus superiores, pero aquellos que eran más cercanos le agradaban, se sentía con menos presión. —Hana me habló de ust... De tí y mi sensei me visitó en el hospital tras el combate y me habló de los demás combates. Así que por tu pelo y tus ojos me imaginé que eras Eri, vamos, la otra opción es que fueras Datsue así que por descarte lo supe. —Se rió. —La primera ronda pues... No muy bien, me tocó contra Sagiso Ranko y no pude hacer casi nada, está a otro nivel... —Su mirada se perdió en el fondo de la taza de té.
No le había desagradado su combate, la kusajin lo trató como un oponente digno pese a la diferencia de nivel, pero sentía en lo más profundo de su ser que tal vez no era bueno para esto. Vale que llevaba poco más de medio año siendo shinobi, pero esto había sido un buen jarro de agua fría. No se podía permitir el decepcionar a Itona y a Junko, tenía que demostrarles que esforzarse en entrenarle iba a dar sus frutos.
—Ay, disculpa mis formas, no te he preguntado si querías alguno. —Le señaló los dátiles. —Son de las mejores plantaciones datileras de todo Kaze no Kuni, no vas a conseguir nada igual ni con las exportaciones que nos llegan a la Aldea. —Siempre le había gustado defender el producto patrio y, allí por donde pisara, siempre promocionaba los productos del Viento.