21/04/2020, 22:39
Los participantes del torneo también teníamos permitido salir de nuestras respectivas residencias y explorar los alrededores del valle. Hasta después del primer combate, yo no había salido a explorar.
En realidad, había ido a la ciudad para despejarme un poco. Si, hablar con Datsue me había ayudado a pasar página, pero a veces aún me sentía algo culpable. Pero por mucho que me repitiera a mi mismo que no fue a propósito, nada iba a cambiar lo sucedido.
¿La verdad? Pensaba que caminar por aquellas calles llenas de gente y desconocidos, mientras miraba alguna tienda por si encontraba alguna cosa que me gustase para el barco, me iba a ayudar a terminar de despejarme.
Sin embargo, a veces tenía la extraña sensación de que la gente me miraba con mala cara, pero seguramente era solo cosa mía. Algo provocado por la culpa que todavía no había logrado arrancarme.
Durante unos días incluso, había pensado en forjar una bandana nueva, y ofrecérsela a la delegación de Kusagakure como disculpa. Pero igual se lo tomaban como una afrenta o una burla.
Aún así, mis pies me habían llevado a la zona donde vendían armas y utensilios. Había descartado la idea de todas formas, así que no sabía muy bien que hacía en aquel lugar, pues ya no necesitaba comprar nada allí.
En realidad, había ido a la ciudad para despejarme un poco. Si, hablar con Datsue me había ayudado a pasar página, pero a veces aún me sentía algo culpable. Pero por mucho que me repitiera a mi mismo que no fue a propósito, nada iba a cambiar lo sucedido.
¿La verdad? Pensaba que caminar por aquellas calles llenas de gente y desconocidos, mientras miraba alguna tienda por si encontraba alguna cosa que me gustase para el barco, me iba a ayudar a terminar de despejarme.
Sin embargo, a veces tenía la extraña sensación de que la gente me miraba con mala cara, pero seguramente era solo cosa mía. Algo provocado por la culpa que todavía no había logrado arrancarme.
Durante unos días incluso, había pensado en forjar una bandana nueva, y ofrecérsela a la delegación de Kusagakure como disculpa. Pero igual se lo tomaban como una afrenta o una burla.
Aún así, mis pies me habían llevado a la zona donde vendían armas y utensilios. Había descartado la idea de todas formas, así que no sabía muy bien que hacía en aquel lugar, pues ya no necesitaba comprar nada allí.