21/04/2020, 22:55
—Venga, que seguro que en la siguiente lo harás muy bien, ¡ten confianza! —Dijo alegremente.
Le recordó ligeramente a su sensei, siempre parecía alegre y le buscaba el lado bueno a las cosas, ¿sería algo común del clan Uzumaki?
—Ya bueno, a ver también contra quien me toca. Por lo que me dijo Junko-sensei de los combates me tocaría enfrentarme contra una Himura Ren de Amegakure o contra Natsume Tsubaki de Kusagakure, no tengo ni idea de quienes son ni su forma de luchar. —Dio su último trago al té. —¿Y tu que tal? Perdona que no te he preguntado, me dijeron que fue un combate muy ajustado el tuyo.
La pelirroja cogió uno de los dátiles de buen grado, parecía que le había gustado.
—¡Vaya! Gracias, qué rico. ¿Cómo hacéis para que os lo traigan? ¿O vais vosotros?
—Tengo que acercarme yo a Inaka y los compro en grandes cantidades para que luego me los envíen a la Aldea, sale un pelín más caro que si lo comprara ahí mismo pero me aseguro de que es de buena calidad. Además si me ven la cara no me timan, porque sé de algunos extranjeros que les han cobrado medio riñón por llevarlos hasta otros países. —Se rió. —La buena picaresca kazejin, cuando los tiempos aprietan se recurren a esas cosas. —Se quedó con una leve sonrisa, recordar su hogar le ponía muy nostálgico.
Le recordó ligeramente a su sensei, siempre parecía alegre y le buscaba el lado bueno a las cosas, ¿sería algo común del clan Uzumaki?
—Ya bueno, a ver también contra quien me toca. Por lo que me dijo Junko-sensei de los combates me tocaría enfrentarme contra una Himura Ren de Amegakure o contra Natsume Tsubaki de Kusagakure, no tengo ni idea de quienes son ni su forma de luchar. —Dio su último trago al té. —¿Y tu que tal? Perdona que no te he preguntado, me dijeron que fue un combate muy ajustado el tuyo.
La pelirroja cogió uno de los dátiles de buen grado, parecía que le había gustado.
—¡Vaya! Gracias, qué rico. ¿Cómo hacéis para que os lo traigan? ¿O vais vosotros?
—Tengo que acercarme yo a Inaka y los compro en grandes cantidades para que luego me los envíen a la Aldea, sale un pelín más caro que si lo comprara ahí mismo pero me aseguro de que es de buena calidad. Además si me ven la cara no me timan, porque sé de algunos extranjeros que les han cobrado medio riñón por llevarlos hasta otros países. —Se rió. —La buena picaresca kazejin, cuando los tiempos aprietan se recurren a esas cosas. —Se quedó con una leve sonrisa, recordar su hogar le ponía muy nostálgico.