26/04/2020, 19:48
(Última modificación: 26/04/2020, 19:48 por Uchiha Akame.)
Keisuke se quejó emitiendo un gemido ahogado mientras seguía sujetándose el pie amoratado. Probablemente aquella rotura le estaba matando de dolor, pero aun así, el mayordomo entendió en la mirada impasible de aquel ninja de la Lluvia que no iba a recibir compasión alguna... No sin antes darle lo que quería, al menos. Apretó los dientes, tratando de contener otro quejido de dolor.
—Yo... no soy el ladrón, ¿oíste? No yo sólo, al menos —dijo al fin—. Fue esa chica, ¡esa ninja! ¡Esa ninja, como tú! Ella me obligó a hacer toda esta mierda, a aceptar el trabajo en casa de la señora Kobayashi, a escaquearme en el turno de noche para abrirle la ventana de la sala de antigüedades del segundo piso. A cubrirle las espaldas ante el hijueputa de Yamato y sus preguntas. Todo esto es por culpa de esa kunoichi.
Conforme el misterio detrás de aquella misión se iba desenrollando como un pergamino viejo, más preguntas aparecían. Pero Keisuke creía haber hecho su parte y ahora reclamaba la atención médica que tan desesperadamente necesitaba su tobillo.
—¡Ya te lo he dicho, compa! Ahora sácame de aquí y llévame a un doctor.
—Yo... no soy el ladrón, ¿oíste? No yo sólo, al menos —dijo al fin—. Fue esa chica, ¡esa ninja! ¡Esa ninja, como tú! Ella me obligó a hacer toda esta mierda, a aceptar el trabajo en casa de la señora Kobayashi, a escaquearme en el turno de noche para abrirle la ventana de la sala de antigüedades del segundo piso. A cubrirle las espaldas ante el hijueputa de Yamato y sus preguntas. Todo esto es por culpa de esa kunoichi.
Conforme el misterio detrás de aquella misión se iba desenrollando como un pergamino viejo, más preguntas aparecían. Pero Keisuke creía haber hecho su parte y ahora reclamaba la atención médica que tan desesperadamente necesitaba su tobillo.
—¡Ya te lo he dicho, compa! Ahora sácame de aquí y llévame a un doctor.