28/04/2020, 00:43
(Última modificación: 28/04/2020, 00:44 por Inuzuka Etsu.)
La hermana de Ranko no se cortó un pelo, afirmando que clasificar la pelea como rara era quedarse bien corto, pues ese combate había dado mucho que hablar en las gradas. Razón no le faltaba, las cosas como son. Pero por suerte hubo un instante de alivio, pues las chicas comenzaron a pedir comida. Entre tanto, Daigo también añadió que había escuchado sobre el combate de Yota y los Inuzuka. Etsu no pudo evitar un suspiro, no hacía más que toparse con eso pese a todo...
Kuumi respondió a Daigo que y tanto que ganó su hermana. Al parecer había peleado contra un marionetista, y había destrozado sus armas y marioneta. Al parecer fue toda una demostración de fuerza pura, donde Ranko se había hecho con el control total del combate. Pero a diferencia de lo orgullosa que se sentía la hermana, Ranko no se sentía igual. Hasta sonrojó ante las palabras de la otra Sagiso.
La camarera, con todo apuntado, dio la vuelta y se dirigió hacia la cocina.
Entre tanto, quedaban de nuevo solo los comensales en la mesa. Kuumi se apresuró a preguntar por el sistema de clasificación, lo único que tenía entendido Etsu es que sí, era algo así como un torneo de diversas rondas en vez de linea recta. Extraño en un evento de éste tipo, pero quizás era por dar una clasificación de poder mas acertada a lo real.
—Sí, algo así es por lo que entendí...
»Y sobre lo de mi combate... realmente no entiendo demasiado bien qué pasó. Estaba peleando contra Yota, hubo un intercambio de golpes inicial, y tras ello intentó darme con una técnica eléctrica en pleno salto. Por suerte supe evitarlo y salté de nuevo, pero lanzó a la araña esa rara... y luego, la tomé y la usé de escudo contra otra técnica de esas raras eléctricas. La araña desapareció, me llevé un buen tajo, y empezaron a salir zombies de todos lados... —aclaró el chico gesticulando. —¡Un señor ejercito de zombies, tío! —lanzó un par de golpes al aire —golpeé varios, incluso a una araña zombie super rara... y de pronto, entre todos esos zombies... estaba él. El mismísimo Morikage Moyashi Kenzou, en plan zombie también...— no supo ni como terminar.
»No sé... ¿quizás se pasó un poco? Usó todo lo que tenía para dejarme fuera del combate, pero jugar con esas cosas... no sé... —aún ni lo tenía claro. —Al final, no supe ni defenderme ante ese jutsu de zombies. La Morikage apareció entre medio de los dos, y... creo que ya saben cómo terminó.
Kuumi respondió a Daigo que y tanto que ganó su hermana. Al parecer había peleado contra un marionetista, y había destrozado sus armas y marioneta. Al parecer fue toda una demostración de fuerza pura, donde Ranko se había hecho con el control total del combate. Pero a diferencia de lo orgullosa que se sentía la hermana, Ranko no se sentía igual. Hasta sonrojó ante las palabras de la otra Sagiso.
La camarera, con todo apuntado, dio la vuelta y se dirigió hacia la cocina.
Entre tanto, quedaban de nuevo solo los comensales en la mesa. Kuumi se apresuró a preguntar por el sistema de clasificación, lo único que tenía entendido Etsu es que sí, era algo así como un torneo de diversas rondas en vez de linea recta. Extraño en un evento de éste tipo, pero quizás era por dar una clasificación de poder mas acertada a lo real.
—Sí, algo así es por lo que entendí...
»Y sobre lo de mi combate... realmente no entiendo demasiado bien qué pasó. Estaba peleando contra Yota, hubo un intercambio de golpes inicial, y tras ello intentó darme con una técnica eléctrica en pleno salto. Por suerte supe evitarlo y salté de nuevo, pero lanzó a la araña esa rara... y luego, la tomé y la usé de escudo contra otra técnica de esas raras eléctricas. La araña desapareció, me llevé un buen tajo, y empezaron a salir zombies de todos lados... —aclaró el chico gesticulando. —¡Un señor ejercito de zombies, tío! —lanzó un par de golpes al aire —golpeé varios, incluso a una araña zombie super rara... y de pronto, entre todos esos zombies... estaba él. El mismísimo Morikage Moyashi Kenzou, en plan zombie también...— no supo ni como terminar.
»No sé... ¿quizás se pasó un poco? Usó todo lo que tenía para dejarme fuera del combate, pero jugar con esas cosas... no sé... —aún ni lo tenía claro. —Al final, no supe ni defenderme ante ese jutsu de zombies. La Morikage apareció entre medio de los dos, y... creo que ya saben cómo terminó.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~