Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#65
El rostro de Kaido era todo un poema. Le resultaba sumamente intrigante las distintas reacciones de todas sus víctimas al ahogamiento, y de las caras que podían poner en el proceso. Claro que, para ser un hombre-tritón con agallas; nunca había podido experimentar lo que se sentía no poder respirar bajo el agua. Era un privilegio que le protegía de una durísima realidad: que morir ahogado era una de las formas más crueles de morir, al igual que ser hervido en aceite, o achicharrarse en una pira de fuego. Pero el cuerpo humano tenía límites insospechados. El alma de uno también. Cuando se quiere vivir, uno iba a hacer lo necesario hasta conseguirlo. Así estés hirviendo en aceite, así te estés calcinando en una ahoguera, o así te estés ahogando en lo más profundo del océano. Siempre va a haber una luz en la orilla, aunque ínfima, a la que siempre intentarás alcanzar.

Así lo demostró Sumire, quien decidió no rendirse. A pesar del dolor. A pesar de todo. Esta movió su brazo hasta el arma que se apoyaba en el cinto, y trató de esgrimarla hacia el abdomen del tiburón, aunque dada la posición que ambos mantenían, resultaba un movimiento no sólo difícil de ejecutar, sino también impráctico. Por tanto, el gyojin torció el cuerpo unos cuantos grados hacia la derecha, para adentrar su cuerpo más hacia el costado contrario de la mujer. De esa manera, la espada no podría alcanzarle, salvo que Sumire pudiese estirar la extremidad de forma antinatural como lo hacía él con el Suika en algunas ocasiones.
Responder


Mensajes en este tema
RE: Lo que se esconde tras la niebla - por Umikiba Kaido - 29/04/2020, 20:40


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.