1/05/2020, 16:32
Así que la técnica de la niebla no permitía a los sensores identificar chakras con tanta precisión, sino tan solo su presencia. Akame ladeó el rostro con una media sonrisa; aquel dato acababa de darle una idea. Una que, quizás, valiera el pasaporte de todos ellos hacia Kasukami de una buena vez. Lo primero que hizo fue tratar de noquear a Gura propinándole un severo golpetazo con la anilla del kunai en la parte anterior del cráneo; poco le importaba si a aquel tipejo le resultaban secuelas después del golpe, sólo quería dejarlo fuera de combate un rato. Esposado como estaba, tendría complicado el liberarse y volver para alertar a los otros guardias. O eso esperaba Akame. También le amordazó usando una tira de tela cortada de su propia ropa, le registró en busca de comunicadores u otros objetos fácilmente accesibles y útiles —de forma idéntica a como Kaido lo había hecho con Sumire— y luego le dejó ahí tirado como un vulgar saco de papas.
—Money, conoces el Kage Bunshin, ¿no? —se dirigió al contable. Era hora de comprobar hasta dónde llegaban sus capacidades ninja—. Necesito que hagas un par de ellos, o tres si te ves sobrado de chakra. Luego manda a uno de ellos en esa dirección —señaló la niebla al Este de su posición—, y a los otros dos hacia la contraria. Vamos a ver si podemos volver locos a esos putos ninjas sensores.
Entonces el Uchiha realizó tres simples sellos —Perro, Jabalí, Carnero— y con un "puf" adoptó la imagen y semejanza del ahora inutilizado Gura. Junto con Sumire —Kaido— esperaba que fuese suficiente para pasar cualquier control que fueran a encontrarse y, sobretodo, evitar que activaran el Código Rojo. Akame no sabía qué era, pero suponía que para ellos significaba problemas. Una vez hechos los preparativos, le indicó a todos que se movieran; era hora de alcanzar Kasukami de una buena vez.
—Money, conoces el Kage Bunshin, ¿no? —se dirigió al contable. Era hora de comprobar hasta dónde llegaban sus capacidades ninja—. Necesito que hagas un par de ellos, o tres si te ves sobrado de chakra. Luego manda a uno de ellos en esa dirección —señaló la niebla al Este de su posición—, y a los otros dos hacia la contraria. Vamos a ver si podemos volver locos a esos putos ninjas sensores.
Entonces el Uchiha realizó tres simples sellos —Perro, Jabalí, Carnero— y con un "puf" adoptó la imagen y semejanza del ahora inutilizado Gura. Junto con Sumire —Kaido— esperaba que fuese suficiente para pasar cualquier control que fueran a encontrarse y, sobretodo, evitar que activaran el Código Rojo. Akame no sabía qué era, pero suponía que para ellos significaba problemas. Una vez hechos los preparativos, le indicó a todos que se movieran; era hora de alcanzar Kasukami de una buena vez.