2/05/2020, 18:25
(Última modificación: 2/05/2020, 18:26 por Taka Kisame.)
Estuvo enormemente agradecido a aquel hombre altruista que le había ayudado, le reconfortaba saber que había civiles con buenas intenciones y que pese a todo ayudaban a los shinobis cuando lo necesitaban. Era fuerte y pudo cargar prácticamente solo a Keisuke... Eso estaba bien, tendría que mejorar su fuerza en un futuro cercano si quería hacer una vida normal a pesar de que su constitución se lo impedía, trabajaría con fuerza para conseguirlo, nada exagerado, solo algo promedio...
Dejó a ese malnacido atendido por las enfermeras con el aviso de que podría intentar escaparse y que era presunto culpable de un crimen tras agradecerle al hombre su ayuda con gran gratitud. Ahora ya tenía dos nombres a los que culpar, tendría que avisar a Karamaru e informar en el edificio de la Arashikage. Seguro que había alguien de guardia, siempre lo había... Y para cosas como esas lo suyo era atender, porque podrían ser urgentes pero... Mientras salía del edificio alguien le interpeló, una chica rubia de ojos azules. Si su corazón no fuese un gélido pozo sin fondo, habría pensado que era bella e incluso habría flirteado, pero ese chico no era así, ni se acercaba.
-¿Y tú quien eres? Si eres quien me ha estado siguiendo te ruego que seas rápida. Estoy en medio de una misión y no tengo mucho tiempo . -Dijo, antes de hacer una seña con la cabeza, indicándola que la seguiría, pero colocando sus manos enlazadas entre ellas bajo su túnica, en guardia por si trataba de hacer una tontería.
Con la nochecita que llevaba y viendo que Keisuke le había dado un nombre femenino no podía dejar de sospechar de ella. Sería fácil pues el mismo había dicho que durante esa hora ella entraba a robar cuando el no estaba. Toda precaución era poca.
Dejó a ese malnacido atendido por las enfermeras con el aviso de que podría intentar escaparse y que era presunto culpable de un crimen tras agradecerle al hombre su ayuda con gran gratitud. Ahora ya tenía dos nombres a los que culpar, tendría que avisar a Karamaru e informar en el edificio de la Arashikage. Seguro que había alguien de guardia, siempre lo había... Y para cosas como esas lo suyo era atender, porque podrían ser urgentes pero... Mientras salía del edificio alguien le interpeló, una chica rubia de ojos azules. Si su corazón no fuese un gélido pozo sin fondo, habría pensado que era bella e incluso habría flirteado, pero ese chico no era así, ni se acercaba.
-¿Y tú quien eres? Si eres quien me ha estado siguiendo te ruego que seas rápida. Estoy en medio de una misión y no tengo mucho tiempo . -Dijo, antes de hacer una seña con la cabeza, indicándola que la seguiría, pero colocando sus manos enlazadas entre ellas bajo su túnica, en guardia por si trataba de hacer una tontería.
Con la nochecita que llevaba y viendo que Keisuke le había dado un nombre femenino no podía dejar de sospechar de ella. Sería fácil pues el mismo había dicho que durante esa hora ella entraba a robar cuando el no estaba. Toda precaución era poca.