Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#73
Y entonces... fue cuando todo se jodió.

Cuando Akame y los demás Ryūtō creían tener la situación bajo control, haber visto las cartas de Umigarasu y tener una jugada ganadora en mente, aquella condenada niebla fue como darle una patada a la mesa. El tablero se rompió y, de repente, ellos se encontraron jugando a otro juego bien distinto. Estaban jodidos, Akame lo supo apenas aquel icor rojizo empezó a supurar de sus cuerpos y no de los de Sumire y Gura. «Otra treta para detectar ninjas. Este hijo de una hiena ha pensado en todo, puto Umigarasu, el muy cabrón tiene defensas equiparables a las de una Aldea Ninja de verdad», maldijo el Uchiha para sus adentros.

Miró a Otohime y Money. Miró a Kaido. Tenían que hacer algo, ¿pero qué? Sus disfraces no les valdrían de nada si el guardia del retén —ahora despierto— les veía envueltos en aquella humareda carmesí. En mitad de aquel caos, una pregunta formulada por la especialista en técnicas de sellado le taladró los oídos. "¿Por qué narices Kyūtsuki no nos avisó?"

Akame apretó los puños.

Han activado el Código Rojo. Ahora ya no necesitan a los sensores para detectarnos, esta maldita niebla marca a los que tienen un chakra de nivel shinobi —respondió, gélido. Luego alzó la vista, hacia donde debía estar el retén, y agregó—. Hay que empezar a moverse, y ya. Si vamos por fuera del Lumen deberíamos tener más posibilidades de esquivar los controles.

Ni corto ni perezoso, el Uchiha echó a andar en dirección a Kasukami, pero evitando el sendero principal. En lugar de ello trataba de bordearlo, siempre con los cinco sentidos alerta por si veía a algún invitado inesperado hacer acto de presencia en la escena. Cuando estuviera aproximándose al control de seguridad, trataría de rodearlo por fuera del camino.



¿Qué mierda es esto...?

El Kage Bunshin de Akame miró a su alrededor, confuso, conforme la niebla se diluía y aquella sustancia roja empezaba a manar de sus cuerpos. A diferencia de su creador, aquel clon no había tenido ninguna reveladora conversación con Gura, de modo que no sabía a santo de qué venía todo aquello. Sin embargo, lo que sí supo fue de las dos figuras que se les acercaban a la carrera.

Atento, compadre —avisó al clon de Kaido—. Tenemos compañía. Deberíamos intentar noquearlos y seguir.

El Kage Bunshin se colocó en guardia, preparado para la embestida de sus enemigos. Como no sabía del Código Rojo, no tenía motivos para pensar que aquellos dos fueran ninjas y por ende pensaba que se trataría de dos guardias fronterizos fácilmente neutralizables para dos shinobi de nivel jōnin como ellos. Aunque fuesen simples clones...
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder


Mensajes en este tema
RE: Lo que se esconde tras la niebla - por Uchiha Akame - 2/05/2020, 18:58


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.