4/05/2020, 11:31
Los muchachos no encontraron mayores dificultades a la hora de devolver el carrillo de mano. El capataz de los almacenes les congratuló por la rapidez y la eficacia, ni siquiera les preguntó si habían tenido algún "percance" como por ejemplo el de hallar dos cajas de droga escondida entre la mercancía. Probablemente el tipo era tan ignorante de aquello como los dos genin, o tal vez simplemente disimulaba muy bien.
Por más que Kisame buscó, no encontró rastro de Ebisu-sensei en aquel almacén.
Luego volvieron al Edificio del Arashikage y se reportaron en el mostrador de recepción, recibiendo un escueto "felicidades" y una paga jugosa: quinientos ryos para cada uno. ¿No era mal dinero por un trabajo bien hecho, no? Lo que quizás les extrañase es que, si preguntaban, nadie había visto a Ebisu-sensei aparecer por allí ni informar de nada.
Por más que Kisame buscó, no encontró rastro de Ebisu-sensei en aquel almacén.
Luego volvieron al Edificio del Arashikage y se reportaron en el mostrador de recepción, recibiendo un escueto "felicidades" y una paga jugosa: quinientos ryos para cada uno. ¿No era mal dinero por un trabajo bien hecho, no? Lo que quizás les extrañase es que, si preguntaban, nadie había visto a Ebisu-sensei aparecer por allí ni informar de nada.