4/05/2020, 22:12
Claro. ¿Cómo no lo pensaron antes? ¡tenían que ser ellos, los Protectores del Muelle! esos dos habían sido las primeras piedras en el camino. Por suerte, Akame les había podido distraer durante un corto periodo de tiempo, tras el falso aviso del guardia de la caseta. Kincho frunció el ceño. Sabía que era muy capaz, junto al Uchiha, de deshacerse de ellos dos. ¿Pero en su estado actual? ¿con tan poco chakra?...
Kincho quiso voltear, para discernir si sus yo reales habían logrado volver. Pero lo cierto es que no tenía ni la más mínima idea, así que no tenía más remedio que hacer frente a sus enemigos con lo que tenía. Y para hacerlo —o ayudar a su original a pasar las pruebas de Umigarasu—. lo mejor sería deshacer su disfraz.
Así pues, el reflejo del clon se deshizo. Cayó al suelo como si un balde de agua le hubiese caído encima y borrando el subterfugio. Entonces la figura del verdadero Umikiba Kaido tomó protagonismo, regalándole una amplia sonrisa, socarrona, a los protectores.
—No tenéis idea de con quién os habéis metido.
Mientras el Kaido real avanzaba, de a poco se daba cuenta de que sus reservas de chakra habían disminuido exponencialmente durante los últimos minutos. Probablemente había sido culpa suya, al creer que el reflejo de Sumire iba a ser útil. Pero no. Ahora, estando fuera del Lumen, y transitando los caminos aledaños para pasar desapercibidos; no importaba realmente cómo lucía. Por esa razón, y a sabiendas de que su clon todavía seguía en su camino hacia Kasukami —sin saber que estaban probablemente a unos metros más adelante en el camino principal enfrentando a los Protectores—. creyó conveniente deshacer el reflejo.
Además, sacó de su portaobjetos una píldora para reponer sus reservas de chakra. Se la colocó en la boca, y la ingirió.
Kincho quiso voltear, para discernir si sus yo reales habían logrado volver. Pero lo cierto es que no tenía ni la más mínima idea, así que no tenía más remedio que hacer frente a sus enemigos con lo que tenía. Y para hacerlo —o ayudar a su original a pasar las pruebas de Umigarasu—. lo mejor sería deshacer su disfraz.
Así pues, el reflejo del clon se deshizo. Cayó al suelo como si un balde de agua le hubiese caído encima y borrando el subterfugio. Entonces la figura del verdadero Umikiba Kaido tomó protagonismo, regalándole una amplia sonrisa, socarrona, a los protectores.
—No tenéis idea de con quién os habéis metido.
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Mientras el Kaido real avanzaba, de a poco se daba cuenta de que sus reservas de chakra habían disminuido exponencialmente durante los últimos minutos. Probablemente había sido culpa suya, al creer que el reflejo de Sumire iba a ser útil. Pero no. Ahora, estando fuera del Lumen, y transitando los caminos aledaños para pasar desapercibidos; no importaba realmente cómo lucía. Por esa razón, y a sabiendas de que su clon todavía seguía en su camino hacia Kasukami —sin saber que estaban probablemente a unos metros más adelante en el camino principal enfrentando a los Protectores—. creyó conveniente deshacer el reflejo.
Además, sacó de su portaobjetos una píldora para reponer sus reservas de chakra. Se la colocó en la boca, y la ingirió.