7/05/2020, 18:14
(Última modificación: 7/05/2020, 18:16 por Uzumaki Eri. Editado 1 vez en total.)
El kunai nunca la alcanzaría aunque ella tratara de esquivarlo, pues lo que no se imaginaba es que, en aquel arma, había adherido un sello explosivo que recibió la kunoichi sin poder evitarlo, arrastrándola con violencia mientras dejaba humo y fuego a su alrededor. Cayó e impactó contra el suelo del ring donde permaneció unos segundos, recobrando el aliento mientras sentía su cuerpo arder.
—Duele... —murmuró para sí misma mientras se levantaba con la ayuda de sus dos cadenas, que terminó por deshacer. Estaba cansada y ni si quiera se había podido acercar a ella, pero tenía que intentarlo, no podía quedarse ahí parada.
Y su canción seguía sonando.
Desde el sitio donde había acabado tras el golpe, tomó de su portaobjetos sus dos shuriken que lanzó hacia el sitio donde se escuchaba la canción.
—Duele... —murmuró para sí misma mientras se levantaba con la ayuda de sus dos cadenas, que terminó por deshacer. Estaba cansada y ni si quiera se había podido acercar a ella, pero tenía que intentarlo, no podía quedarse ahí parada.
Y su canción seguía sonando.
Desde el sitio donde había acabado tras el golpe, tomó de su portaobjetos sus dos shuriken que lanzó hacia el sitio donde se escuchaba la canción.