10/05/2020, 18:12
Y sin embargo, Eri dio un rápido bote hacia atrás, esquivando el codazo. Hizo zarandear su brazo y liberó una lluvia de agujas eléctricas azuladas ante las que Daruu sólo pudo reaccionar cerrando los ojos, apretando los dientes y sintiendo cómo abrazaba a un cactus.
—¡Auuu! —Se quejó. Como respuesta, el Hyūga cargó chakra en el pie y pataleó el suelo, utilizando una vez más su Bakūmi Gekido contra Eri. Sólo que esta vez la muchacha estaba en el aire. La furia del mar la recibió de un estallido, buscando no dejarla tocar el suelo. Y fue Daruu esta vez el que saltó a su encuentro, para darle una fuerte palmada con la mano derecha en el costado.
—¡Auuu! —Se quejó. Como respuesta, el Hyūga cargó chakra en el pie y pataleó el suelo, utilizando una vez más su Bakūmi Gekido contra Eri. Sólo que esta vez la muchacha estaba en el aire. La furia del mar la recibió de un estallido, buscando no dejarla tocar el suelo. Y fue Daruu esta vez el que saltó a su encuentro, para darle una fuerte palmada con la mano derecha en el costado.