12/05/2020, 21:27
—¿Agua? ¡Venga ya, hombre! —Replicó en tono jocoso. —Inori, traenos un par de cervecitas, ¡que estamos de celebración!
—P-pe-pero soy menor, n-no pu-puedo beber...alcohol... —La réplica del kazejin se desinfló ante la convicción de la maestra.
El camarero les llevó un par de botellines, estos tenían una etiqueta que le pareció muy graciosa al genin, el tipo parecía muy gracioso.
—¡Salud! —Tras el brindis la botella de la pelirroja bajó cuantiosamente con un solo trago. —La mejor cerveza de toda la Espiral, te lo digo en serio, Takumi. Hay mucho enterado por ahí que dice que si es basura, que si no sabe a nada, que si la hacen con pis de rata... ¡Tú, ni caso! Lo que pasa es que los estirados de la Tormenta están acostumbrados a sus hidromieles y demás, que con el frío entrarán muy bien, sí, ¡pero dime tú quién se bebe una jarra de eso aquí, que la mayor parte del año nos asamos de calor! La clave es tener perspectiva, esta cerveza es la leche aquí porque es ligera, entra bien y refresca. En Amegakure, que está todo el día lloviendo, pues es normal que no les guste. —Se recostó ligeramente, parecía ahora más calmada.
—Si usted lo dice... La verdad es la primera vez que pruebo una cerveza. —Se acercó el tercio para olerlo, no parecía muy desagradable. Entonces le dio un trago, pequeño, y el sabor no era lo más agradable del mundo... Pero era muy refrescante. —Mmm... No me encanta así de primeras, pero podía ser peor.
Takumi tenía la misma idea sobre bebidas alcohólicas que un civil sobre como realizar un Kage Bunshin. Había probado el sake un día con Itona pero no le había gustado mucho, la cerveza, aunque más fuerte, tenía un sabor más agradable que aquella bebida de arroz.
—Sucede lo mismo con los ninjas. Si me haces caso, entrenas y aplicas esa buena sesera que tienes, vivirás muchos años en la profesión como para cruzarte con todo tipo de shinobi. Cada uno tiene su estilo; pero recuerda, ninguno es mejor o peor. Todo depende de la situación, ahí está la clave. El ninja que llega a viejo aprende a no subestimar a ningún oponente. —A las enseñanzas de la Uzumaki Takumi iba asintiendo, interiorizando toda la información.
Mientras algunos platos recorrían la cinta transportadora y el de Inaka agarró el que más interesante le parecía. Comenzó a comer junto a su sensei.
—Bueno, ¿y qué me dices del Torneo ese? ¿Vas a participar? —Le preguntó.
—¿El del Valle de los Dojos? Pues... No sé, si que me gustaría pero creo que aún no tengo el nivel necesario. No quiero dejar en mal lugar a la Aldea. —Confesó.
Seguro que era una gran oportunidad, pero tenía miedo de no ser lo suficientemente fuerte y de quedar en ridículo. Era genin desde hace muy poco y aún no había progresado adecuadamente, en su opinión claro.
—P-pe-pero soy menor, n-no pu-puedo beber...alcohol... —La réplica del kazejin se desinfló ante la convicción de la maestra.
El camarero les llevó un par de botellines, estos tenían una etiqueta que le pareció muy graciosa al genin, el tipo parecía muy gracioso.
—¡Salud! —Tras el brindis la botella de la pelirroja bajó cuantiosamente con un solo trago. —La mejor cerveza de toda la Espiral, te lo digo en serio, Takumi. Hay mucho enterado por ahí que dice que si es basura, que si no sabe a nada, que si la hacen con pis de rata... ¡Tú, ni caso! Lo que pasa es que los estirados de la Tormenta están acostumbrados a sus hidromieles y demás, que con el frío entrarán muy bien, sí, ¡pero dime tú quién se bebe una jarra de eso aquí, que la mayor parte del año nos asamos de calor! La clave es tener perspectiva, esta cerveza es la leche aquí porque es ligera, entra bien y refresca. En Amegakure, que está todo el día lloviendo, pues es normal que no les guste. —Se recostó ligeramente, parecía ahora más calmada.
—Si usted lo dice... La verdad es la primera vez que pruebo una cerveza. —Se acercó el tercio para olerlo, no parecía muy desagradable. Entonces le dio un trago, pequeño, y el sabor no era lo más agradable del mundo... Pero era muy refrescante. —Mmm... No me encanta así de primeras, pero podía ser peor.
Takumi tenía la misma idea sobre bebidas alcohólicas que un civil sobre como realizar un Kage Bunshin. Había probado el sake un día con Itona pero no le había gustado mucho, la cerveza, aunque más fuerte, tenía un sabor más agradable que aquella bebida de arroz.
—Sucede lo mismo con los ninjas. Si me haces caso, entrenas y aplicas esa buena sesera que tienes, vivirás muchos años en la profesión como para cruzarte con todo tipo de shinobi. Cada uno tiene su estilo; pero recuerda, ninguno es mejor o peor. Todo depende de la situación, ahí está la clave. El ninja que llega a viejo aprende a no subestimar a ningún oponente. —A las enseñanzas de la Uzumaki Takumi iba asintiendo, interiorizando toda la información.
Mientras algunos platos recorrían la cinta transportadora y el de Inaka agarró el que más interesante le parecía. Comenzó a comer junto a su sensei.
—Bueno, ¿y qué me dices del Torneo ese? ¿Vas a participar? —Le preguntó.
—¿El del Valle de los Dojos? Pues... No sé, si que me gustaría pero creo que aún no tengo el nivel necesario. No quiero dejar en mal lugar a la Aldea. —Confesó.
Seguro que era una gran oportunidad, pero tenía miedo de no ser lo suficientemente fuerte y de quedar en ridículo. Era genin desde hace muy poco y aún no había progresado adecuadamente, en su opinión claro.