20/05/2020, 00:05
(Última modificación: 20/05/2020, 00:10 por Aotsuki Ayame. Editado 1 vez en total.)
La decepción abrigó a Chiiro, que se puso a hacer circulitos en el suelo con el dedo.
—Lo siento... —Ayame esbozó una sonrisa apurada.
Afortunadamente, aquella chiquilla rebosaba energía positiva (una energía que Ayame se dio cuenta que echaba de menos), y en menos que canta un gallo la ilusión ya volvía a brillar en sus curiosos ojos rosáceos.
—¡Pero si me toca Raiton o Suiton, mamá y Daruu pueden ense...! —la chiquilla se interrumpió de golpe, y Ayame supo ver a través de ella.
Porque era el mismo sentimiento que ella misma tenía.
—Pues si ese es el caso, estoy segura de que te enseñarán encantados —se obligó a sonreírle, sin embargo—. ¡Y si resulta que es Suiton, yo misma te enseñaré algunos truquillos también!
—Lo siento... —Ayame esbozó una sonrisa apurada.
Afortunadamente, aquella chiquilla rebosaba energía positiva (una energía que Ayame se dio cuenta que echaba de menos), y en menos que canta un gallo la ilusión ya volvía a brillar en sus curiosos ojos rosáceos.
—¡Pero si me toca Raiton o Suiton, mamá y Daruu pueden ense...! —la chiquilla se interrumpió de golpe, y Ayame supo ver a través de ella.
Porque era el mismo sentimiento que ella misma tenía.
—Pues si ese es el caso, estoy segura de que te enseñarán encantados —se obligó a sonreírle, sin embargo—. ¡Y si resulta que es Suiton, yo misma te enseñaré algunos truquillos también!