21/05/2020, 19:36
— Si claro; en mi habitación magica, en el pais feliz, de la casa de la gominola en la calle de la piruleta
— Mimimimimi, mimimimi, mimimimimmimimimimi. — imitó Hana a Ren mientras hacia un gesto con la mano para aumentar el efecto de la burla.
Ya se le había pasado todo el sueño de golpe, ni siquiera podía disfrutar de su sopor mañanero con Ren danzando por la casa. Siguió desayunando intentando prestar atención a la televisión, pero cada dos o tres segundos le acababa dedicando una mirada a su querida hermana, que estaba trasteando en la cocina. ¡Si ni siquiera sabe donde están las cosas! ¿Qué intentaba hacer?
Sin embargo, decidió que aquello no la incumbía. Si Ren necesitaba ayuda que lo pidiese con esos labios rosados y brillantes que tenía. Esos hermosos labios de los que solo salía bilis.
— Mimimimimi, mimimimi, mimimimimmimimimimi. — imitó Hana a Ren mientras hacia un gesto con la mano para aumentar el efecto de la burla.
Ya se le había pasado todo el sueño de golpe, ni siquiera podía disfrutar de su sopor mañanero con Ren danzando por la casa. Siguió desayunando intentando prestar atención a la televisión, pero cada dos o tres segundos le acababa dedicando una mirada a su querida hermana, que estaba trasteando en la cocina. ¡Si ni siquiera sabe donde están las cosas! ¿Qué intentaba hacer?
Sin embargo, decidió que aquello no la incumbía. Si Ren necesitaba ayuda que lo pidiese con esos labios rosados y brillantes que tenía. Esos hermosos labios de los que solo salía bilis.