23/05/2020, 11:43
Al parecer Reiji tenía unas habilidades sorprendentes. Daruu respetaba muchísimo a quienes eran capaces de fabricar cosas como aquellas. Él mismo acudía a buenos artesanos de vez en cuando. Uno de ellos, uno viejo, huraño y esquivo, había fabricado las espadas que tenía atadas ahora mismo a las muñecas. Como signo de cortesía, Daruu se remangó y desenganchó el artefacto de la muñequera derecha. Se lo cedió a Reiji para que lo viera bien. Con el seguro puesto, claro.
Se trataba, aparentemente, de una vaina verde sin guarda. Pero Reiji ya la había visto antes: aquella espada era capaz de extenderse hasta casi el tamaño de una katana cualquiera. Y había unas marcas donde debía estar la guarda que sin duda se abrían también.
—Se llama Mukei. Esta en concreto, Migi no Mukei. La otra, Hidari no Mukei/i]. Juntas, se llaman [i]Futatsu Mukei —explicó—. Se las compré a un tipo llamado Gaako Kenzaemon, un viejo receloso que sólo "vende a los capaces" y que literalmente no tiene la tienda abierta. No, tienes que buscarlo. Forma parte de su juego.
»Y lo de "los capaces" es tan sencillo como que tienes que vencerle a un duelo. No es fácil, el tipo ha visto días mejores pero sigue siendo fuerte.
Se trataba, aparentemente, de una vaina verde sin guarda. Pero Reiji ya la había visto antes: aquella espada era capaz de extenderse hasta casi el tamaño de una katana cualquiera. Y había unas marcas donde debía estar la guarda que sin duda se abrían también.
—Se llama Mukei. Esta en concreto, Migi no Mukei. La otra, Hidari no Mukei/i]. Juntas, se llaman [i]Futatsu Mukei —explicó—. Se las compré a un tipo llamado Gaako Kenzaemon, un viejo receloso que sólo "vende a los capaces" y que literalmente no tiene la tienda abierta. No, tienes que buscarlo. Forma parte de su juego.
»Y lo de "los capaces" es tan sencillo como que tienes que vencerle a un duelo. No es fácil, el tipo ha visto días mejores pero sigue siendo fuerte.