24/05/2020, 23:45
—A tí también. Nos animaremos mutuamente —dijo cordialmente. «A no ser que tú y Ayame coincidáis», rectificó interiormente, no obstante.
Daruu le dedicó a Eri una reverencia.
»Entonces, si no te importa, me marcho. ¡A seguir entrenando duro! —dijo, y tras formar el sello del Tigre con una mano, desapareció dejando tras de sí unos jirones de niebla clara.
Daruu le dedicó a Eri una reverencia.
»Entonces, si no te importa, me marcho. ¡A seguir entrenando duro! —dijo, y tras formar el sello del Tigre con una mano, desapareció dejando tras de sí unos jirones de niebla clara.