27/05/2020, 09:55
Finalmente, Datsue tomó su decisión: seguiría adelante con el plan que tenía en mente. Juro no se lo reprochó. Había decidido aconsejarle pero, también como fabricantes de armas, entendía perfectamente la necesidad de crear algo que saliera de ti (y no lo que otro te dijera). Al fin y al cabo, forjar un arma no solamente era fabricar un mental, sino poner su marca en él. Datsue estaba haciendo una creación bajo un modelo, pero de resultado único.
El juez examinó las diferentes propuestas de los participantes y pareció dar por válida la de Datsue. Así es: era todo o nada. Ahora solo tenía que marcar bien los tiempos y aprovechar el tiempo que tenía para forjarla.
« Al menos, este juez parece más amable » — pensó Juro, mientras observaba como daba las instrucciones y les animaba a pedir herramientas que pudieran hacerles falta.
Al menos, no todos los jueces odiaban a los shinobi, supuso. O no había corrido el rumor de que Datsue lo fuera, pero Juro lo dudaba.
En este caso, Datsue no le llamó para pedirle ayuda. Puede que él mismo no hubiera sabido ayudarle, de todas maneras. Él era el que mejor estaba viendo, en ese momento, como organizar los tiempos, el metal y en general, la propuesta que estaba trabajando. Juro solo pudo animarle en silencio y desear que todo fuera bien.
— ¿Qué opinas de la competencia, Kazuma-kun? — le preguntó a su alumno. No solo quería ver qué opinaba de los contrincantes del Uchiha. También quería fijarse exactamente a quien se enfrentaba. Especialmente, buscó alguien que pudiera llamarle la atención.
Juro tampoco perdió ojo, en general, al público, especialmente en la primera fila. Quería estar preparado por si algo como lo ocurrido en la vez pasada se repitiera.
El juez examinó las diferentes propuestas de los participantes y pareció dar por válida la de Datsue. Así es: era todo o nada. Ahora solo tenía que marcar bien los tiempos y aprovechar el tiempo que tenía para forjarla.
« Al menos, este juez parece más amable » — pensó Juro, mientras observaba como daba las instrucciones y les animaba a pedir herramientas que pudieran hacerles falta.
Al menos, no todos los jueces odiaban a los shinobi, supuso. O no había corrido el rumor de que Datsue lo fuera, pero Juro lo dudaba.
En este caso, Datsue no le llamó para pedirle ayuda. Puede que él mismo no hubiera sabido ayudarle, de todas maneras. Él era el que mejor estaba viendo, en ese momento, como organizar los tiempos, el metal y en general, la propuesta que estaba trabajando. Juro solo pudo animarle en silencio y desear que todo fuera bien.
— ¿Qué opinas de la competencia, Kazuma-kun? — le preguntó a su alumno. No solo quería ver qué opinaba de los contrincantes del Uchiha. También quería fijarse exactamente a quien se enfrentaba. Especialmente, buscó alguien que pudiera llamarle la atención.
Juro tampoco perdió ojo, en general, al público, especialmente en la primera fila. Quería estar preparado por si algo como lo ocurrido en la vez pasada se repitiera.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60