31/05/2020, 19:07
(Última modificación: 7/08/2020, 19:07 por Himura Hana. Editado 1 vez en total.)
El guardia les oía murmurar a sus espaldas pero sencillamente les ignoraba. Para cuando Ranko le preguntó por su nombre ya estaban en lo que parecía a todas luces un campamento improvisado.
Había un total de tres tiendas en un pequeño terreno llano que se hallaba antes de una leve bajada que llevaba a una de las entradas a las minas de Akuma. El lugar del campamento era perfecto para ver aquella entrada. Una de las tiendas era el doble de grande que las demás y era hacia la que se dirigía el muchacho.
—Di-disculpe… C-creo que no escuché su nombre…
— No os lo he dicho. — aclaró parándose en la puerta de la tienda.
Pero justo entonces salió un hombre joven con una capa de piel que no pegaba ni con cola en aquel lugar. Era rubio y tenía el rostro inmaculado, pelo largo y cuidado, recogido en una cola de caballo. Ojos azules y penetrantes. Dio un aplauso y se dirigió al otro muchacho. La ropa bajo la capa era sencilla, una camiseta de manga corta y unos pantalones cortos, ambos blancos e igual de inmaculados que su higiene personal.
— Muy bien, Kyo. Campeón. — le dio una palmada en la espalda y se dirigió a los ninjas. — ¿Sois los ninjas de Kusagakure? — preguntó frotándose las manos.
Había un total de tres tiendas en un pequeño terreno llano que se hallaba antes de una leve bajada que llevaba a una de las entradas a las minas de Akuma. El lugar del campamento era perfecto para ver aquella entrada. Una de las tiendas era el doble de grande que las demás y era hacia la que se dirigía el muchacho.
—Di-disculpe… C-creo que no escuché su nombre…
— No os lo he dicho. — aclaró parándose en la puerta de la tienda.
Pero justo entonces salió un hombre joven con una capa de piel que no pegaba ni con cola en aquel lugar. Era rubio y tenía el rostro inmaculado, pelo largo y cuidado, recogido en una cola de caballo. Ojos azules y penetrantes. Dio un aplauso y se dirigió al otro muchacho. La ropa bajo la capa era sencilla, una camiseta de manga corta y unos pantalones cortos, ambos blancos e igual de inmaculados que su higiene personal.
— Muy bien, Kyo. Campeón. — le dio una palmada en la espalda y se dirigió a los ninjas. — ¿Sois los ninjas de Kusagakure? — preguntó frotándose las manos.