31/05/2020, 23:32
Era el momento. Había que entrenar mas duro que nunca. Tenia que dar lo mejor de mí, pues iba a pelear en una final, y contra una Kusajin ni mas ni menos. Datsue jamas me perdonaría que perdiese. Pero por lo menos, ya hacia mucho que había perdido.
Por el momento, seguía mi rutina diaria de levantarme lo mas temprano posible, entrenar, ducharme y preparar él té para todo el que quisiera. Al menos, hasta aquel día, siempre había sido así.
Cuando terminé de asearme y vestirme, entré en la cocina mientras me secaba el pelo con una toalla, dispuesto a preparar él té. Era un mal hábito que había cogido en casa. Los primeros días estaba menos seguro, pero ahora que sabía que era el único que madrugada de esa forma... No iba a molestar a nadie que me secara el pelo allí.
Sin embargo, y para mi sorpresa, aquélla mañana no iba a estar solo en la cocina, y cuando me aparte la toalla y levanté la cabeza, me topé con Eri dispuesta a preparar ella misma el desayuno.
—Bu-Buenos días.—La verdad es que con el pelo a medio secar y revuelto, no estaba de lo mas presentable, pero me había acostumbrado a que nadie me viese... —No esperaba que hubiera nadie despierto aún...
Por el momento, seguía mi rutina diaria de levantarme lo mas temprano posible, entrenar, ducharme y preparar él té para todo el que quisiera. Al menos, hasta aquel día, siempre había sido así.
Cuando terminé de asearme y vestirme, entré en la cocina mientras me secaba el pelo con una toalla, dispuesto a preparar él té. Era un mal hábito que había cogido en casa. Los primeros días estaba menos seguro, pero ahora que sabía que era el único que madrugada de esa forma... No iba a molestar a nadie que me secara el pelo allí.
Sin embargo, y para mi sorpresa, aquélla mañana no iba a estar solo en la cocina, y cuando me aparte la toalla y levanté la cabeza, me topé con Eri dispuesta a preparar ella misma el desayuno.
—Bu-Buenos días.—La verdad es que con el pelo a medio secar y revuelto, no estaba de lo mas presentable, pero me había acostumbrado a que nadie me viese... —No esperaba que hubiera nadie despierto aún...
